A la izquierda, Juan Antonio Muñoz y Carlos Rodríguez, durante una Asamblea
JAIME FRESNO | Viernes 25 de septiembre de 2015
La empresa Futsmile, contratada en 2013 por cuatro años por el CUC Villalba para atajar su deuda y asumir su dirección deportiva, se descolgó el pasado jueves 17 de septiembre pidiendo la dimisión de sus jefes, es decir, la directiva en pleno, aduciendo que el presidente, Juan Antonio Muñoz, obstaculiza su labor en el club, entre otras acusaciones. Futsmile lo hizo a través de un comunicado difundido en sus redes sociales de Facebook y Twitter, cuyo contenido íntegro está en la página web de El Faro del Guadarrama, www.elfarodelguadarrama.com.
Tras reflejar en el escrito que su gestión descubrió que la deuda del club se llegó a disparar a casi 300.000 euros, en lugar de los 191.200 expuestos en la Asamblea de 2013 -cuya crónica está también enlazada en la dirección anterior-, Futsmile acusa de oscurantismo en las cuentas a Juan Antonio Muñoz, y termina pidiendo una auditoría y la dimisión en bloque de la directiva, además de advertir de que no seguirá inyectando dinero en el club. Ni Juan Antonio Muñoz ni ningún miembro de su directiva han querido contestar a Futsmile de forma oficial, pero fuentes cercanas han señalado a este semanario que el comunicado responde al rechazo de los socios a convertir el club en una Sección de Acción Deportiva de una Sociedad Limitada, en la que el gerente de la empresa, Carlos Rodríguez, asumiría un total control ejecutivo y el presidente sólo lo sería a título honorífico. Según esta versión, la relación empresa-directiva habría sufrido un fuerte deterioro desde que la asamblea de socios rechazó en febrero de este año esa propuesta con el 71,6% de los votos. Bajo este planteamiento, y contraviniendo el comunicado, sería la empresa la que no habría presentado las cuentas de su gestión a la junta directiva, desoyendo varios requerimientos al respecto por parte del presidente. En el otro bando, Futsmile asegura que Juan Antonio Muñoz sí se habría comprometido a autorizar la conversión del club en sección de una Sociedad Limitada: “(...) Futsmile aceptó el reto con el objetivo de sanearlo, por varias razones, algunas comerciales, pero sin duda alguna, la principal fue el compromiso de Juan Antonio Muñoz Sáez de transformarlo en Sociedad Anónima, o en una Sección de Acción Deportiva de una Sociedad Limitada, siempre y cuando Futsmile consiguiese revertir la situación tan drástica por la que estaba atravesando el Club”. Según la empresa, esto último se habría cumplido reduciendo a la mitad los números rojos, gracias a que inyectó 51.000 euros, cantidad reconocida por la Asamblea de junio de 2014. Pero omite algunos aspectos clave. El más importante, que los nuevos estatutos aprobados por el CUC Villalba en mayo de 2014 desautorizan al presidente a adquirir en solitario un compromiso de ese calado, porque en ellos su figura se ve superada en cuota de poder por la Asamblea. Y después vendría el análisis de las responsabilidades en la rebaja de la deuda: por ejemplo, débitos como los 7.000 euros pendientes con los monitores de la escuela municipal se saldaron a través de las tradicionales rifas que realizan los directivos; y tanto el uso gratuito de las instalaciones como los 31.500 euros correspondientes a la subvención municipal de dos temporadas, tienen que ver con que el CUC Villalba es una asociación deportiva sin ánimo de lucro. Esto último constituye otro foco de conflicto, puesto que la parte correspondiente a esta temporada está bloqueada por el Ayuntamiento, ante la falta de pago de un año del canon de explotación del bar del polideportivo, responsabilidad de Futsmile. La directiva de Juan Antonio Muñoz tiene previsto abordar ese tema en los próximos días, al tiempo que el fuego ya afecta a la parcela deportiva. Este lunes, tras la derrota por 0-3 ante elUnión Adarve, dimitieron los dos entrenadores, Nacho Benito y Marcelo Román. El primero, que llevaba más de una década en el club, decidió irse tras una serie de choques dialécticos con la empresa, iniciada ya tras el primer partido perdido en Pinto. Nacho Benito llevaba varios días con su carta de dimisión redactada.