Editorial

100 días para hacer balance y darse de bruces con la realidad municipal

El Faro | Viernes 25 de septiembre de 2015
Esta semana se han cumplido los 100 primeros días de la nueva legislatura, momento que tradicionalmente sirve para hacer un primer balance de la situación política en los nuevos ayuntamientos. En realidad, tres meses, con el verano de por medio (y en muchos casos también las fiestas patronales), no dan para mucho, pero al menos sí han servido para que los nuevos protagonistas de este recién iniciado mandato hayan aterrizado en sus puestos y se hayan dado de bruces con la realidad municipal. Decía esta semana Begoña Villacís, portavoz de Ciudadanos en el Consistorio de Madrid, que el programa de Ahora Madrid estaba pensado para la estar en la oposición y no para gobernar, recordando cómo algunos de sus compromisos más significativos se han diluido en apenas unas semanas, ya sea por la imposibilidad de ponerlos en práctica o por encontrarse con que en realidad se está hablando de temas que van más allá de las competencias municipales. Esas palabras también podrían valer para algunas de las localidades de la Sierra donde el cambio por el momento no ha ido mucho más allá de las buenas intenciones o de lo meramente estético, dejando pasar algunas buenas oportunidades de que la prometida participación ciudadana fuese algo más que una promesa.
Tampoco conviene pasar por alto el hecho de que muchos de los gobiernos que salieron de las urnas el 24-M son fruto de pactos a dos, tres, cuatro e incluso cinco bandas, con equilibrios que en algunos casos ya se están demostrando complicados. En cualquier caso, lo que verdaderamente importa a los vecinos es la capacidad para gobernar y para gestionar un ayuntamiento, y en esto no valen excusas. En este sentido, la presentación y el debate de los presupuestos para el próximo ejercicio ha de ser el primer gran examen de la gran mayoría de los ediles que se han estrenado ahora en tareas de gobierno. Todo ello en un contexto en el que es cierto que la ciudadanía mira con lupa lo que hacen sus gobernantes, aunque no lo es menos que ellos mismos pusieron el listón bien alto durante la campaña. Nos encontramos con partidos que defienden ahora lo que antes no llevaron a cabo cuando estaban en el gobierno, del mismo modo que hay grupos que han incumplido prematuramente algunos de sus compromisos. Los hay también que están descolocados, buscando su sitio, otros que pretenden elevar al cubo su minoría y algunos más que no han acabado de digerir que los ciudadanos han querido con su voto que el diálogo sea la norma esta legislatura. Pasados estos 100 días se trata, en definitiva, de hacer política.