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El sanlorentino Carlos Verona acaba la Vuelta como octavo mejor español tras brillar en la histórica etapa de la Sierra de Madrid

Verona, entrando a la meta en Cercedilla

CICLISMO / Vuelta a España

JAIME FRESNO | Lunes 14 de septiembre de 2015
Carlos Verona puso un brillante colofón a su segunda Vuelta a España, firmando una excelente sexta posición en la gran etapa de la Sierra de Madrid y acabando la ronda como octavo mejor español de la General, tras Purito Rodríguez (2º), Alejandro Valverde (7º), Mikel Nieve (8º), Dani Moreno (9º), David Arroyo (12º), Haimar Zubeldia (23º) y Mikel Landa (25º). El sanlorentino, 29º a 1:02 horas del campeón, el italiano Fabio Aru, es además el más joven entre el top 30 de la Vuelta, tras una actuación que supone una clara mejora respecto a su 66ª plaza del pasado año.

Más allá de los números, están las sensaciones que ha dejado en carrera, con actuaciones a gran nivel que le han reportado el premio de la combatividad en la etapa de Castellón, el estar escapado casi 300 kilómetros en las dos etapas reina de Andorra y Ermita del Alba, y los dos top 10 obtenidos con la séptima plaza en la gran etapa asturiana y el sexto puesto alcanzado en la Sierra de Madrid, donde se metió en la fuga inicial de 40 unidades y estuvo en la pelea por la victoria hasta que un extraordinario Rubén Plaza afianzó su ventaja en la subida al Puerto de Cotos.

La actuación del joven ciclista de 22 años elevó a la categoría de antológica la etapa serrana, en la que la General sufrió un gran vuelco con el ataque del Astana de Fabio Aru en La Morcuera, el hundimiento del líder Dumoulin y el asalto al podio de Quintana y Majka en Cotos.

Miles de personas tomaron San Lorenzo y Cercedilla para ver la salida y la meta, pero otros muchos miles tomaron los puertos de Cotos y La Morcuera, y localidades como Rascafría, Miraflores de la Sierra y Guadarrama, y en muchos lugares se sucedieron los homenajes al corredor sanlorentino, en especial en el control de firmas de la Lonja, en la zona del Zaburdón, antes de la salida lanzada, con varias pancartas en el trayecto, entre ellas en el colegio La Inmaculada Concepción de San Lorenzo, donde estudió Verona, y en el Puerto de Cotos.