Editorial

La nueva biblioteca municipal de Galapagar, un equipamiento necesario para corregir el déficit de infraestructuras

El Faro | Viernes 11 de septiembre de 2015
Desde esta semana los vecinos de Galapagar pueden disfrutar de la nueva biblioteca municipal Ricardo León, acabando con la anomalía de contar con un espacio de apenas 200 metros cuadrados para una población de 33.000 habitantes. La situación cambia radicalmente, al multiplicarse por diez la superficie de la biblioteca, que ahora dispone de distintas salas para niños, jóvenes, estudio, exposiciones o actos culturales en general, sin olvidar la dedicada a los propios autores de Galapagar. La inversión en la la profunda remodelación del antiguo Centro Cívico Reina Sofía -un edificio que había envejecido rápido y que se encontraba infrautilizado- ha sido importante (1,2 millones de euros), pero sin duda estamos ante una actuación absolutamente necesaria, que permite a la localidad contar con un equipamiento acorde a su población. Desde este momento, el objetivo ha de ser dotar a la infraestructura de contenido, de manera que se puedan aprovechar al máximo las posibilidades que ofrece. El club de lectura y las ya numerosas actividades que se realizaban podrán desarrollarse con amplitud y sin limitaciones de espacio, de la misma manera que la bebeteca y biblioteca infantil permiten atender de forma específica las necesidades de los más pequeños. Desde luego que el Ayuntamiento (y, por tanto, todos los vecinos) ha tenido que realizar un esfuerzo importante para ejecutar esta actuación, máxime en una época como la actual dominada por la contención del gasto, pero estamos ante un proyecto que supone un verdadero progreso para Galapagar.
Se trata, junto a la mejora integral del parque del Toril (que culminará tras las fiestas patronales), de hacer realidad ese “nuevo Galapagar” en el que tanto ha insistido el alcalde. En este sentido, es innegable el salto que se ha dado en los últimos años, con equipamientos como el Centro de Salud de San Gregorio, el tanatorio o la Escuela Infantil de La Navata. También en estas semanas se ha procedido al traslado de los distintos servicios municipales al nuevo Ayuntamiento situado en la calle Guadarrama, de modo que la atención a los vecinos se centraliza y los trabajadores cuentan con unas instalaciones más amplias y modernas. En unos años de evidentes dificultades, y mientras se ejecutaba el imprescindible Plan de Saneamiento para reconducir la situación de las arcas municipales, lo fácil hubiera sido conformarse con lo que había y esperar tiempos mejores, pero entonces estaríamos hablando de estancamiento y de un déficit de infraestructuras que se hacía aún mayor. Afortunadamente no ha sido así y los galapagueños, en plenas fiestas patronales, pueden celebrar que la esperada nueva biblioteca ya es una realidad.