El Faro | Lunes 07 de septiembre de 2015
La remodelación del túnel que une las avenidas de la Constitución y Reyes Católicos, que se abrió al tráfico a primeros de mayo, días antes de que terminase la pasada legislatura, se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para el Equipo de Gobierno, que ha decidido incluir en el expediente del próximo pleno las comparecencias públicas del alcalde, Antonio Vicente, y del concejal de Urbanismo, Ignacio Belaúnde, para explicar la situación, tal y como habían solicitado por Registro el PSOE y Ahora El Escorial.
Precisamente este grupo denunció a finales de agosto el “grave riesgo para los ciudadanos ante la caída de bloques de granito y otros elementos constructivos sobre la calzada”. “Tras varios cortes de tráfico, el túnel se ha abierto de nuevo a la circulación, pero la amenaza de un accidente mortal permanece sin que el actual Consistorio ofrezca soluciones ni dé explicaciones”, indicaba este partido.
Ahora El Escorial recuerda que las obras del túnel, que pasa bajo las vías del tren, tuvieron un coste de más de 300.000 euros, siendo adjudicadas a la empresa Constructia,S.L., si bien finalmente fue Avintia,S.L. la que concluyó los trabajos.
Poco después, afirma esta formación, “comenzaron a observarse diversos desperfectos hasta que el 19 de julio la Policía intervino ante un aviso de la Guardia Civil que advertía de que varios bloques de granito se encontraban en situación de caerse desde el paso de peatones sobre la calzada”. Tras comprobar que estos ornamentos graníticos de más de un metro de altura estaban desprendidos de sus anclajes, la Policía decidió parar el tráfico mientras se reparaban de “manera eventual” los daños producidos.
Sin embargo, para Ahora El Escorial el riesgo continúa siendo “gravísimo” tanto para los ocupantes de los vehículos como para los peatones que utilizan el paso bajo la vía, “sin que se tome ninguna medida para garantizar su seguridad”.
Cámaras de seguridad
Por su parte, el alcalde, Antonio Vicente, explicó que el Ayuntamiento está estudiando acciones contra los actos vandálicos en el túnel, añadiendo que hay quienes están tratando de crear “alarma social” con este tema. “Quiero recalcar que tanto las piedras como las maderas [que forman parte de los elementos decorativos] llevan una sujeción de más de 40 centímetros; es imposible que puedan caer al suelo”, subrayó el regidor. El Ejecutivo escurialense achaca a este tipo de ataques el deterioro del túnel. En este sentido, avanzó que el Ayuntamiento baraja la posibilidad de instalar cámaras de seguridad para atajar el vandalismo.
Igualmente, el Equipo de Gobierno indica que el 21 de mayo fue presentado el proyecto final de obra por el director facultativo y con esa misma fecha se procedió a la recepción de las mismas, contando con los informes correspondientes tanto de la dirección facultativa como de los servicios técnicos municipales.
El Ejecutivo, que recuerda que en ningún caso se realizó una inauguración (tal como habían afirmado desde Ahora El Escorial), señala que la remodelación se llevó a cabo “ante el evidente deterioro y las humedades que presentaba”. Niega también que las modificaciones surgidas durante la ejecución de las obras hayan supuesto una variación económica respecto a lo originalmente contratado.