ALFREDO FERNÁNDEZ | Viernes 10 de julio de 2015
Las pasadas elecciones han provocado una catarsis en muchos municipios. En el mundo taurino, parece que una de las consecuencias es que la fiesta de los toros perderá fuerza y protagonismo. Los cambios se van a notar. Tras las elecciones del 24 de mayo y posterior formación de los gobiernos municipales hacen peligrar un desarrollo normal de estos festejos. El futuro es muy incierto en muchas localidades. En varias se dejará notar ya este año, mientras que en otras tendremos que esperar hasta 2016. Las que den toros con la entrada de las nuevas formaciones políticas van a recortar el número de espectáculos taurinos. En otras, la entrada de los partidos instrumentales de Podemos, con un posicionamiento muy contrario a la Tauromaquia, pueden entorpecer la normalidad taurina.
Momento crucial
San Lorenzo de El Escorial, Valdemorillo y Alpedrete son tres casos donde nos encontramos en un momento crucial. En algunos municipios, como la taurina Moralzarzal, saltó la voz de alarma de que no habría toros. Finalmente ha imperado la coherencia y en su feria se van a organizar tres novilladas picadas con un espíritu parecido, aunque todavía no quedaba claro que se diera el festejo sin picadores, por lo que habría tijera en este importante ciclo serrano.
El caso más significativo es el de la localidad de Cercedilla con la entrada en el Gobierno de IU. Se ha suprimido la corrida de toros y la novillada con picadores prevista. Sí se llevarán a cabo festejos sin muerte en el ruedo. Encierros, recortes y las tradicionales becerradas de mozos y casados se celebrarán sin darlos muerte a los astados.
En el aire
En Navacerrada también estuvieron en el aire los festejos taurinos. Una feria de novilladas en auge y con categoría, que también sufrirá las consecuencias del pactos entre el PSOE y VxN, grupo en el que figura una edil perteneciente a una asociación animalista. Los aficionados han presionado y la previsión es ofrecer una novillada con picadores y la novillada sin picadores concedida al anterior Gobierno dentro del certamen Camino hacia Las Ventas. Con un Ayuntamiento saneado, no les ha temblado el pulso de suprimir una novillada con picadores.
Un panorama mucho más despejado está en Los Molinos, que con la entrada de PP pretende volver a dar realce a su feria. Otras localidades, como Guadarrama, continuarán apostando y promocionando sus novilladas y encierros.
El problema más grave es la politización de la Fiesta de los toros, cuando no corresponde a ningún partido, ni es de derechas ni de izquierdas, tampoco una moneda de cambio para la clase política.