El Faro | Jueves 09 de julio de 2015
“Analizando los pactos de gobierno promovidos por distintas fuerzas políticas en algunos municipios de la Sierra, tengo la sensación de que su objetivo, salvo rara excepción, no era precisamente el de solucionar los problemas a los vecinos, sino repartirse el poder entre los más afines y alejar, cuanto más lejos mejor, a sus oponentes ideológicos. Así las cosas, es fácil pronosticar un otoño político muy caliente, con mociones de censura para todos los gustos. Bien, dicho esto, volvemos a casa, es decir a nuestra querida y sufrida ciudad donde, según Lobo Cojo, los calores de estos días parece que sólo nos dejan ver cosas malas. Por ejemplo:esa banda de ladrones internacionales, detenida la semana pasada en Collado Villalba, dedicada al robo de coches de lujo; o esos grupos de jóvenes que acosan y chantajean a la gente en la vía pública; o los gamberros que entraron por la noche en la piscina municipal y no para darse un baño gratis, sino para destruir cuanto encontraron a su paso; o esos insolidarios del graffiti que dejan a diario su huella en fachadas y mobiliario urbano; o los conductores descerebrados que de madrugada utilizan el túnel de Honorio Lozano-Batalla de Bailén para hacer pruebas de velocidad con sus vehículos; o esos ‘sin techo’ desbebiendo en la plaza de la Estación las latas de cerveza ingeridas durante todo el día; o los perros sin bozal que defecan en la plaza de Las Bombas, mientras sus propietarios se inhiben atraídos por el ‘trapicheo’que hay en este entorno. Esta no es la ciudad que queremos los villalbinos. Y la solución la tenemos que dar todos, autoridades y vecinos”.