Toros

Martín Escudero cierra con un broche de oro su etapa como novillero en Las Rozas

ALFREDO FERNÁNDEZ | Viernes 26 de junio de 2015
Martín Escudero cerró de manera brillante su etapa novilleril con un gran triunfo en la plaza de Las Rozas el sábado 20 de junio, en una novillada benéfica que sirvió para recaudar fondos para la Asociación Española Contra el Cáncer. El novillero de Galapagar saldó la tarde con cinco orejas y un rabo, pero pudo sumar varias más de haber estado acertado con la espada.

En todos se mostró como un torero de valor sereno, seguro, con pureza y queriendo hacer las cosas bien y pausado. Pero donde realmente Martín Escudero ofreció una gran dimensión fue con los novillos de Victorino y Adolfo Martín, logrando momentos de mucha altura.



El utrero de Victorino resultó bravo, apretó en varas y sacó un fondo de humillación y temple extraordinario. La comunión entre torero y toro fue magnífica, toreando despacioso y ajustado y llevando la emoción al tendido. Destacó en un toreo al natural suave, con la embestida del novillo muy cosida a los vuelos de la muleta. El espadazo cayó en la yema, y las dos orejas y el rabo fueron a sus manos. Para el novillo hubo el justo reconocimiento de la vuelta al ruedo en el arrastre.

También tuvo interés, fijeza y casta el serio astado de Adolfo Martín, aunque luego se puso más reservón. De salida humilló mucho y el torero salió a los medios con capacidad. El adolfo tenía muchas teclas que tocar, pero el novillero supo torear con suavidad e hilvanar muletazos de gran temple, entendiendo muy bien la embestida y aguantando parones y miradas. El público se metió en la faena, aunque lo que iba para dos orejas quedó en ovación por sucesivos pinchazos.

También pinchó a un novillo muy bonito de El Torreón -el séptimo, de ‘regalo’-, que sacó buena condición y nobleza. Le saludó primorosamente de capa, meciendo los brazos y con gran empaque. La medía resultó de categoría. Toreó con despaciosidad y desmayo, a pesar de que el de Galapagar ya acusaba el desgaste físico y el esfuerzo tan grande que había tenido que hacer con los novillos del encaste Albaserrada. Hubiera podido tener premio esta buena labor, pero la espada le volvió a jugar una mala pasada.

Abrió la tarde un ejemplar de Baltasar Ibán que no terminó de humillar, pero que brindó buenas embestidas. Martín Escudero lo aprovechó y tras matarlo bien abrió el marcador con un trofeo.

Idéntico balance logró ante un ejemplar chico de Victoriano del Río que humilló y tuvo profundidad en las telas. Fue una labor de menos a más y brilló en unas apretadas bernadinas y un soberbio pase de pecho de pitón a rabo. También cobró una buena estocada.

Al manejable ejemplar de José Luis Iniesta le realizó una faena técnica y con asentamiento. También utilizó el acero con pericia. El novillo de Zacarías Moreno, bien presentado, salió descoordinado de chiqueros y lo acabó acusando hasta que se paró. Martín Escudero hizo una faena de novillero cuajado.

Alternativa en Soria
Mañana sábado 27 de junio, el diestro de Galapagar verá cumplido el sueño más importante de su carrera profesional, tomando la alternativa en la plaza de toros de Soria de manos de Sebastián Castella y actuando como testigo Miguel Ángel Perera. Los toros elegidos para la ocasión serán de la divisa de Benjumea, origen Núñez del Cuvillo. Muchos serán los aficionados serranos que se desplazarán para ver cómo Martín Escudero recibe el doctorado.