El Faro | Jueves 18 de junio de 2015
Una vez constituidas las nuevas corporaciones, los pactos a dos, tres y hasta seis bandas se han convertido en protagonistas en el mapa político municipal, del mismo modo que los gobiernos en minoría, con más o menos complicaciones según la localidad. El escenario ha cambiado de manera radical, por lo que también habrán de cambiar las formas; mal harán quienes no entiendan el mensaje que los ciudadanos han dado en las urnas. Por supuesto, estamos hablando de la necesidad de que el diálogo y el consenso guíen la acción de nuestros gobernantes, pero también de una oposición que ha de actuar con responsabilidad y altura de miras, pensando en el interés general de los vecinos y no en un cortoplacismo partidista. La inestabilidad en muchos casos está a la vuelta de la esquina, lo mismo que la paralización, y entonces no valdrá hablar sin más de cambio y regeneración, sino que será imprescindible demostrar con hechos que estamos ante una nueva forma de hacer política.
Por el momento, esta semana se ha ido dando a conocer la estructura de los gobiernos en aquellos municipios donde hay una relativa continuidad, como ocurre en Galapagar, Collado Villalba o Guadarrama. También hay casos en donde el sábado únicamente se escenificó un acuerdo de investidura, pero no de gobierno, por lo aún debe realizarse el reparto de concejalías entre los distintos grupos y, lo que es aún más importante, definir un programa común más allá de las conversaciones postelectorales. El ejemplo más claro lo encontramos en San Lorenzo de El Escorial, donde el martes tuvo lugar la primera reunión, convocada por la nueva alcaldesa, para abordar este tema. Por responsabilidad, sería fundamental que los seis grupos que dieron su voto a la candidata de Vecinos -en cualquier caso, parece claro que no todos estarán en el Ejecutivo- alcancen un acuerdo cuanto antes para evitar que se produzca un vacío de gobierno. El entendimiento es una palabra clave, del mismo modo que su reverso es la falta de operatividad; conseguir que domine lo primero será sin duda una de las tareas clave a lo largo de este mandato, y especialmente en aquellos municipios -como San Lorenzo, Colmenarejo o Valdemorillo- donde la división del voto ha sido más pronunciada.
Por otra parte, estos primeros días de legislatura en los ayuntamientos coincidían con el anuncio, en la tarde del miércoles, del acuerdo alcanzado entre el Partido Popular y Ciudadanos, por el que esta segunda formación apoyará la investidura de Cristina Cifuentes como presidenta de la Comunidad de Madrid. Evidentemente, el gobierno municipal presenta otras variables, pero sí resulta llamativo comprobar cómo los cabezas de lista de ambas formaciones a nivel regional incidían en las numerosas coincidencias de los programas electorales, mientras que en determinadas localidades no ha habido apenas margen para la negociación.