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Un ascenso que puede cambiar un ciclo

JAIME FRESNO | Viernes 12 de junio de 2015
Los goles de Manu y Parra en los primeros minutos de cada tiempo sellaron la victoria sobre el Vicálvaro y el ascenso del CUC Villalba a Tercera División, un año después del mazazo de caer a Regional con 45 puntos en el casillero. Justicia retroactiva para un equipo que ha logrado el objetivo al límite mental y físico, en una temporada en la que ha tenido que sortear uno por uno todo tipo de problemas. El apretón final, con sólo una derrota en las once últimas jornadas, le devuelve al estado natural propio de una plantilla diseñada para el Grupo VII, pero que ha ido perdiendo piezas por el camino, cualitativa y cuantitativamente, hasta acabar convocando juveniles y pidiendo un sobresfuerzo en no pocos casos descomunal a los jugadores.

En tales circunstancias, los entrenadores Nacho Benito y Marcelo Román salen reforzados. Desde que se hicieron cargo nada más dimitir Miguel Ángel Hernández, con el equipo octavo a tres puntos del ascenso, el tándem ha terminado por enderezar hasta el éxito una trayectoria salpicada de altibajos, pero que ha terminado haciendo valer la teoría de Luis Aragonés, que decía que lo importante era estar bien colocado en las últimas jornadas y saber rematar. Cuatro victorias en los últimos cinco partidos han sido las que han puesto al Villalba a salvo de la presión final de tres equipos que han acabado la liga fortísimos: Siete Picos, Complutense y Las Rozas. Todos ellos ganaron en la última jornada, pero se quedaron fuera de toda opción por la autoritaria victoria villalbina en Vicálvaro.

Bajo un sofocante calor, casi 200 seguidores -dos autobuses fletados por el patrocinador, Autocares Lorenzo, más una treintena larga de coches particulares-, festejaron el cuarto ascenso de la serie histórica. Una fiesta que estuvo salpicada por los anuncios de despedida de jugadores clave en el ciclo más exitoso en la historia del club, con dos ascensos y una promoción a Segunda B: Manu dijo que puede que Vicálvaro fuese su último partido, y Linares completó el lunes asegurando que será muy difícil que pueda volver a jugar dadas sus circunstancias profesionales y personales. En torno a estos y otros jugadores se construyó el núcleo del éxito, no sólo futbolístico, sino también desde un plano institucional. La foto de Manu rodeado de chavales del fútbol base nada más acabar el partido refleja un carisma que el CUC Villalba no siempre tuvo en sus diferentes épocas. “Espero que Manu se quede, es muy importante para nosotros, como también que sigan Nacho y Marcelo, que han realizado un gran trabajo”.

Es precisamente en el banquillo donde se mantendrán las dudas, al menos hasta la semana que viene. Nacho Benito se ha tomado una semana para descansar y a la vuelta tiene prevista una reunión con Carlos Rodríguez, gerente de Futsmile, la empresa que gestiona la parcela deportiva. Ahí se sabrá si hay continuidad o un golpe de timón que acabe con el ciclo. Y en la tesis del cambio aparece un nombre: Álvaro Benito, el mediático técnico que ha triunfado con el Juvenil A villalbino.