El Faro | Viernes 12 de junio de 2015
Este sábado tendrán lugar los distintos plenos de investidura, conformándose las nuevas corporaciones municipales salidas de las elecciones celebradas el 24 de mayo, que arrojaron un escenario con pocas mayorías absolutas (en nuestra comarca, sólo Torrelodones, Collado Mediano y Los Molinos). Diálogo, consenso y entendimiento habrían de ser los elementos centrales de la acción política, como también dos conceptos en los que todos los partidos han insistido una y otra vez: transparencia y participación.
Sin embargo, las negociaciones que se han llevado a cabo durante estos días no han sido siempre todo lo transparentes que cabría esperar tras mensajes como estos. No se trata únicamente de cuestiones meramente ‘estéticas’, como grabar y difundir los encuentros con otras formaciones (algo que ha ocurrido en varios municipios de la zona), sino que lo fundamental es dar cuenta claramente a los ciudadanos de los planteamientos de cada grupo, con independencia de que las conversaciones sean más o menos secretas. Durante estos días, hemos asistido en Moralzarzal -una de las localidades en donde el cambio político parecía 'cantado'- al espectáculo protagonizado por las tres formaciones llamadas a entenderse: Vecinos por Moralzarzal Participa! reclamaba el apoyo de MEC y PSOE, aunque sin que entrasen en el Ejecutivo, dado que prefería gobernar en minoría; por su parte, Moralzarzal en Común y PSOE se decantaban por tener una presencia más activa e incluso llegaron a plantear una candidatura encabezada por el número uno de los socialistas, la tercera fuerza en los comicios del 24-M. Al margen de lo que pueda ocurrir en la investidura, dado que nada está cerrado, lo que sí han dejado claro unos y otros es que la nueva política no se diferencia demasiado de la vieja, incluyendo el cruce de acusaciones (ahora vía redes sociales).
Otro de los municipios en donde más intensa está siendo la actividad postelectoral es San Lorenzo de El Escorial, intentando crear un frente anti-PP en el que lo único verdaderamente claro es el objetivo (desalojar a Fernández Quejo de la Alcaldía). Del resto, poco más se ha dicho, con una calculada ambigüedad por parte de unos grupos y la certeza de que un acuerdo a seis bandas de cara a la investidura parece abonar el terreno hacia la inestabilidad, máxime si no está claro qué partidos entrarían de forma efectiva en el hipotético y heterodoxo gobierno que saldría de este pacto. También en Collado Villalba se ha llegado a plantear un 'cordón sanitario' de parecida naturaleza, aunque no parece que vaya a prosperar, de manera que el PP tendrá que gobernar en solitario, lo que, en vista de los resultados, parece la opción más lógica, de modo que el diálogo forme parte del día a día de una legislatura que se prevé agitada en más de un municipio de la Sierra de Guadarrama.