FÚTBOL / Preferente Grupo I – 33ª Jornada
El Faro | Lunes 01 de junio de 2015
El CUC Villalba ganó al Alameda de Osuna y está a 90 minutos de lograr su cuarto ascenso a Tercera División, si es que remata la faena en Vicálvaro con una victoria que elimine cualquier posibilidad de sus perseguidores. Siete Picos y Complutense, a un punto, y Las Rozas, a dos, mantienen la presión de cara a la última jornada, tras ganar sus partidos con relativa comodidad.
El domingo final promete emociones fuertes y algunas ya se vivieron ayer, en un partido en el que el CUC Villalba volvió a ser exigido por un rival que mostró las virtudes que le han llevado a pelear en la zona noble, entre ellas, pedirle a los serranos una concentración máxima durante todo el partido.
Asolado por las bajas, el CUC Villalba entendió que lo mejor era doblar la apuesta de inicio y puso a jugar el equipo que mayor calidad podía reunir, dadas las circunstancias. La recuperación de Manu jugó a favor de obra y el capitán fue insertado en la media punta, por detrás de Olalla y flanqueado por Fabio y Seidel, mientras que Álvaro Esteban cogió posición en la sala de máquinas con Guille Fernández. Un plan a la altura del envite, pero sin apenas margen al cambio de marcha, porque de los del banquillo, sólo Arroyo y Birru, éste en menor medida, habían tenido algo de carrete esta temporada. La propuesta tardó en arrancar, ante un Alameda de Osuna presionante, aplicado a la maxima intensidad en las pelotas divididas, y con una gran velocidad arriba, sobre todo en la banda de Ángel, un extremo inquietante durante toda la mañana. La presión forastera probó lo que el Villalba no quería que se probara: la solidez de una defensa en la que faltaban Pareja –en la grada con muletas y resignado a su más que probable rotura de cruzado-, Linares y Javi Hernández. A ese examen respondieron con nota los jóvenes laterales, David, otra vez titular, y Pedregal, de nuevo firmante de un descomunal derroche para subir y bajar la banda una docena de veces.
Por allí, por la izquierda, comenzó Fabio su cursillo de corte y confección, ágil de cabeza para combinar, fresco de piernas para desbordar. Tras sus primeros escarceos, en colaboración con Manu, el extremo ganó una pelota en el medio con el Alameda volcado y filtró un pase medido al espacio para que Olalla ganara la espalda de Juanma, el sorprendido central. Lo demás escenificó el excelente momento del ariete, que revolucionó su corpachón para salir disparado al encuentro del portero y batirlo con un zurriagazo a media altura. El Municipal, con más de 500 personas, estalló como nunca este año y el Villalba entró en combustión. Con casi media hora para el descanso, el partido cayó de su lado y las llegadas se sucedieron, con todos los jugadores actuando a mil por hora. Al poco, Álex Seidel chutó al larguero tras una vertiginosa acción al contragolpe, y unos minutos después fue Manu quien se topó con la cruceta tras un disparo desviado por un defensor. El arreón no dio más réditos y el Alameda pudo alcanzar el descanso con el partido abierto.
Tras la reanudación, Tomás Heras ordenó un adelanto de líneas que a punto estuvo de dar el empate a los visitantes, en el único error de la zaga villalbina en todo el partido. Alberto ganó la acción a su par y trató de ceder de cabeza a Del Estal, sin percatarse de que a su espalda llegaba Ángel. El atacante madrileño cazó la pelota y mandó el regalo por encima del larguero. El susto hizo mella en el Villalba, y los cambios visitantes para meter más pólvora con Castilla y Edu acrecentaron la sensación de que el partido podía virar de lado en cualquier momento. Sin embargo, el Villalba calcó su reacción de la primera parte y supo generar peligro con balones a la espalda de la adelantada defensa del Alameda. Otra combinación eléctrica entre Seidel y Manu a punto estuvo de acabar con la agonía, pero del mismo modo los visitantes volvieron a acariciar el empate en una tijera de Koke que se marchó fuera por poco.
Pasado el ecuador del segundo tiempo, el Alameda perdió fuelle y el Villalba recuperó todo el control perdido, mas no supo resolver. Fabio mandó una vaselina demasiado alta, y no llegó por centímetros a anticiparse al portero tras un saque de falta de Manu que sorprendió a la defensa descolocada. El meta tapó para enviar a córner y, tras el saque, fue Guille Fernández el que cabeceó fuera con casi todo a favor. Lo corto del resultado y las contundentes victorias de los rivales dieron al rus final un aire cercano a lo dramático. Todo pudo terminar a seis minutos del final, cuando Álvaro Esteban filtró un pase de los de Laudrup para dejar solo a Fabio ante el portero. El remate del 11 fue bueno, orientado al palo largo, pero la respuesta del meta Carlos fue aún mejor, para evitar el gol que tanto merecía el hombre del partido, ése que dijo que “estamos condenados a sufrir hasta el final”. Pues eso.
CUC VILLALBA: Del Estal; David, Parra, Alberto, Pedregal; Álvaro Esteban, Guille Fernández (A); Álex Seidel (Birru, 88’), Manu (Arroyo, 81’), Fabio (Avena, 91’); y Alberto Olalla (A).
ALAMEDA DE OSUNA: Carlos; Marcos, Darío, Juanma (Castilla, 55’), Tito (A); Koke; Ángel, Gonzalo, Jesús (Edu, 55’), Dani (Jaime, 63’, A); e Isaac .
GOLES: 1-0. Alberto Olalla (Min.15)
ÁRBITRO: Crespo Rodríguez (0).
INCIDENCIAS: Lleno en el Municipal, con unos 500 espectadores en mañana soleada y con ambiente festivo. Todos los equipos del CUC Villalba se hicieron las fotos oficiales en los prolegómenos.