Toros

Adolfo Martín, una camada que crea ilusión

Un toro de gran seriedad listo para Las Ventas (Foto: Gonzalo Matamala)
ALFREDO FERNÁNDEZ | Miércoles 22 de octubre de 2014
El ganadero serrano Adolfo Martín prepara con gran esmero la gran camada que tiene casi lista para lidiar este año.Una saca que una vez más vuelve a estar compuesta por un buen puñado de toros que son fieles al encaste que representan y que tantas glorias ha dado ya a la vacada: Albaserrada.

Un lote de toros que, independientemente del juego que pueda desarrollar en la plaza, invita a la ilusión y sobre todo a la esperanza. Hay toros que por hechuras, reata y tipo no pueden fallar. Entre el conjunto salen a la palestra de nuevo nombres célebres en la divisa roja y verde y que han hecho historia en la plaza de Madrid. Toros como “Mulillero”, “Murciano” y sobre todo “Malagueño” vuelven a rememorar los grandes triunfos de un pasado no muy lejano.

El ganadero de Galapagar nos abre las puertas de su finca Los Alijares, en tierras cacereñas, para que comprobemos la morfología, el tipo y la seriedad de unos toros que un año más volverán a hacer con toda seguridad las delicias de las aficiones más exigentes en las plazas de relumbrón donde se anuncian.

Adolfo vive para su ganadería. No es uno más.
“Te digo una cosa: me gusta mucho la camada que tengo para esta temporada. Puede parecer un tópico, pero no lo es. Son toros muy finos, muy bajos, con unas hechuras excelentes y por la reata y la familia a la que pertenecen muchos de ellos no pueden o no deberían fallar”. Con estas palabras comienza el ganadero de Galapagar Adolfo Martín a definir la camada de toros que se remata en estos días en las preciosas fincas que posee en tierras cacereñas, cerca de Trujillo.
“Fíjate que no hay un toro que destaque del resto por alto. Están muy bien hechos. Eso sí, no son armarios ni están destartalados, sino que están en la línea del encaste. Y están muy gordos, ya ves. Este año les estoy dando un pienso que les está rematando mucho antes que otras ocasiones”, sentencia.

Según vamos repasando la camada, el ganadero denota ilusión y una gran responsabilidad de no fallar a los muchos aficionados que siguen su vacada. “Algún toro tiene que hacer algo, digo yo, y sino peor para ellos...”, comenta con cierta ironía el ganadero, aunque no puede ocultar la gran preocupación que le invade.

Adolfo Martín se conoce al dedillo cada uno de sus toros. “La camada de este 2007 es muy larga. Hay alrededor de 15 corridas, aunque quiero dejar para el año que viene cinqueños que me están dando muy buenos resultados”.

Una vez más, la plaza de Las Ventas de Madrid volverá a ser una de las grandes bazas de la divisa verde y roja. Un coso donde se le quiere y se le espera, aunque como a sus hijos predilectos se le mide y se le exige. “Me pidieron volver a ir a Madrid tres tardes como el pasado año pero he preferido hacerlo dos, una en San Isidro y otra en Otoño. Me gusta ir a Las Ventas, es mi plaza, pero con dos tardes ya es suficiente, porque Madrid no es nada fácil. Eso sí, en 2006 estuve tres tardes y la apuesta salió fenomenal; ahí están los buenos resultados de las corridas lidiadas”, comenta el propietario.

Junto a las dos tardes de Madrid, el ganadero también estará presente en otras plazas donde también hay aficiones muy exigentes, como Cenicientos, para donde prepara un lote de gran seriedad. “Es una corrida fuerte y cinqueña muy del gusto de esa plaza. También voy a una plaza muy exigente como Albacete, donde sale un toro que por presencia es de plaza de primera categoría. Y también a otras plazas de menor responsabilidad, pero a las que asisten muchos aficionados. Por otra parte, es muy probable que este año saque dos novilladas picadas en cosos como los de Arganda del Rey o Villanueva de la Cañada”, relata Adolfo Martín.

Volviendo a los toros que saltarán a Madrid, hay algunos que son verdaderas preciosidades y con una estampa magnifica. “Tengo mucha fe en dos con los que apuesto mucho: uno es “Mulillero”, que es hermano del encastadísimo toro que lidié el pasado 2 de mayo en Madrid. Es idéntico a aquél, sólo que éste tendrá más peso. Y otro es “Curioso”, que viene de una familia que no suele fallar en casa”:
Cárdenos, engatillados de pitones, tocados, astifinos y degollados de papada, seguro que encantaran al público, aunque no sé yo si tanto a los toreros. “En ganaderías como la mía todo es mucho más difícil. Mis toros no los piden los toreros, sino que los demandan los aficionados. Son mis clientes y a ellos me debo. No les puedo fallar. Y luego el aficionado de este tipo de corridas mide mucho más que en otras y no se conforma. Yo he lidiado grandes toros que han quedado grabados en la retina de los aficionados; y esos toros tan bravos y encastados quieren volver a verlos; es un reto, pero en eso estamos…”, reflexiona el ganadero madrileño.

Los toros del hierro de la “V” también tienen en los pitones fundas para que no se les estropeen las puntas. Esto ha supuesto una gran innovación en los últimos años a la que Adolfo también se ha sumado. “Con las fundas evitamos que los toros se queden sin puntas o mogones y que no sirvan. Es un gran acierto. De esta forma se podrá partir una pata, pero salvamos los pitones porque sabemos que si no hay puntas ya esta el lío”, finaliza.