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El CUC Villalba sufre una pesadilla en Coslada (3-1) y abre la puerta del ascenso a todos sus perseguidores

FÚTBOL / Preferente Grupo I – 32ª Jornada

El Faro | Lunes 25 de mayo de 2015
El día del golpe definitivo, o casi, desapareció el CUC Villalba y abrió la puerta a todos sus perseguidores que, sin excepción, ganaron sus partidos. La derrota por 3-1 ante el Coslada, un buen Coslada, todo hay que decirlo, lo aboca a dos partidos finales dramáticos, con dos equipos a un punto, uno a dos y otro, a tres.

“Nuestro destino parece que es sufrir”, avisó Fabio, casi como una predicción, tras la agónica victoria de Pozuelo. Y eso pareció cambiar en Coslada, primero porque volvían Fede Pareja y Alberto Olalla, con todo lo que ello supone en experiencia; segundo, porque el partido se puso de cara y esta vez fue sin jugar bien: a los 18 minutos, un centro de Álvaro Esteban desde la derecha encontró la cabeza de Arroyo en el segundo palo. El remate, picado al poste contrario, fue el 0-1. Ahí se quedó el Villalba, que fue mermando en la medida en que crecía el Coslada. Cerca del descanso, llegó un segundo espaldarazo, con la expulsión por doble amarilla del meta local, Andrés, en apariencia por hablar. El público no lo entendió y cargó contra el trencilla, mientras el técnico, Paco Moreno, reaccionaba prescindiendo de un centrocampista, Guille, para pertrechar al Coslada en el diez contra once. Pero con todo eso a favor, el Villalba nunca encontró su juego en el maltrecho césped artificial de El Olivo, al tiempo que el Coslada ganaba todas las batallas individuales, por mejor posicionamiento y mayor intensidad.

Cerca del descanso, el Villalba vio como una mañana aparentemente llevadera se tornó en pesadilla: Fede Pareja cayó al suelo, quedó tendido un rato y se levantó renqueante, camino de la banda. La cojera del argentino persistió tras ser atendido por Sergio, el fisioterapeuta, y los peores temores se confirmaron cuando no apareció para jugar la segunda parte. Pareja, con la rodilla inflamada, acabó en un hospital de Coslada donde se le diagnosticó un esguince de grado dos de la rodilla y, a falta de una resonancia, la posibilidad de tener el ligamento cruzado roto. Un drama.

Lo que sucedió después entra en el libro de los horrores del CUC Villalba, unas veces precipitado, otras atenazado y sin personalidad en el campo. La dinámica pudo haber variado al poco de empezar la segunda parte, cuando Álvaro Esteban tiró de calidad en la izquierda para irse de su par y servir a Seidel lo que hubiera sido el 0-2, pero el remate del 7, exquisito, con el exterior del pie, fue conjurado por la defensa bajo palos, con el portero ya batido.

Todo acabó ahí. El Coslada, a partir de la velocidad de Ivanof, espléndido, y la visión de Edu, empezó a llegar con mucha facilidad hasta Del Estal, con el Villalba sonado como un boxeador al borde del KO. Una falta desde la derecha encontró la cabeza de Marcos para que el lateral rematara el 1-1 a palo cambiado. Y poco después, Ivanof se fue como quiso por la derecha para poner un pase mortal en boca de gol. Por allí llegaba ganando la acción un delantero cosladeño, que fue derribado por detrás por Eliot en la acción de remate. El centrocampista vio la segunda amarilla por ir a tapar donde debía estar la última línea, las fuerzas se equilibraron en número y Andújar puso el 2-1 desde los once metros. Nacho Benito, que había reaccionado dando entrada a Olalla, se vio impotente para corregir el desastre. No era una cuestión de actitud, sino de precipitación y nervios a partir de no encontrar ni sitio comodidad en el campo. Todo el juego del Villalba moría en los tres cuartos, hasta donde le dejaba llegar un Coslada dispuesto a provocar la embestida para explotar los espacios a la contra, en especial a través de un Ivanof en estado de gracia. El extremo de origen murciano, que venía de hacerle una avería al Galapagar y otra al líder, fue un quebradero de cabeza en cada caída a banda, pero quien encontró el boquete por el medio fue su mejor socio, Edu, que rompió por el medio con una arrancada plena de poder y clase que lo populsó hasta el área, para batir a Del Estal sobre su salida con un remate seco ajustado al palo. El 3-1 desembocó en un intercambio de golpes del que pudo salir aún peor un Villalba, cuyos intentos se perdían en la precipitación, acuciado como estaba por el reloj.

El pitido final se interpretó como un alivio, mientras la radio y los whatsaap cantaban la cercanía de los lobos: Siete Picos y Complutense, a un punto; Las Rozas, a dos; el Periso, a tres. “Nos queda trabajar mucho desde el martes para cambiar esto. Hemos perdido mucha gente, y eso es muy difícil de llevar”, lamentaba Nacho Benito en vestuarios. Tanta gente como que el domingo, en el decisivo duelo ante de Alameda de Osuna, el Villalba jugará sin el 75% de la defensa que ha venido siendo titular. Todo un jeroglífico.

C.D. COSLADA Andrés (A-A, R,38); David Parra, Andújar, Guille (Dani, 39), Marcos; Agus (A), Parra (A) (Richi, 46), Edu, Marco, Ivanof; y Álex Tuñón (Kun, 46’ (Vidal, 57’))
C.D. COSLADA: Del Estal; Ismail (David, 74), Fede Pareja (Alberto, 46), Parra, Pedregal; Eliot (A,A, R,65), Guille Fernández; Álex Seidel, Álvaro Esteban, Fabio; y Arroyo (Olalla, 60).

GOLES: 0-1 Arroyo (Min.18). 1-1. Marcos (Min.59). 2-1 Andújar (p) (Min.65). 3-1 Edu (Min.75)
ÁRBITRO: Medina García (1).

INCIDENCIAS: Unos 150 espectadores en el El Olivo de Coslada, unos 50 seguidores del CUC Villalba. Césped artificial defectuoso, con zonas levantadas y con el caucho aflorando.