ALFREDO FERNÁNDEZ | Jueves 21 de mayo de 2015
La Feria de San Isidro sigue su curso. Aunque probablemente no hayan pasado cosas tan relevantes como en la primera semana, el ciclo mantiene cotas elevadas. Casi todas las tardes se han cortado orejas -Jiménez Fortes, Joselito Adame y Miguel Abellán han puntuado, dejando al margen novilleros y rejoneadores-. También han embestido algunos toros, mientras que otros no han podido verse en plenitud porque el viento ha soplado con fuerza en la plaza de Las Ventas.
Esto sucedió el Día del Patrón, donde se colgó el primer ‘No hay billetes’ de la feria para ver un encierro de Parladé, triunfador el pasado curso en este mismo escenario. Sin resultar tan importante como aquel, hubo tres toros buenos que no pudieron verse en toda su dimensión.
Miguel Abellán cortó una oreja en el astado que rompió el festejo. Una actuación entregada y dispuesta donde ligó las series con la mano baja. La contundente estocada le puso en bandeja la oreja, no sin protestas. El público estuvo hostil en su segundo turno ante un ejemplar que embistió en su primera mitad. Buena actitud de Abellán con algunos fallos de colocación y toreando en línea.
Iván Fandiño hizo un considerable esfuerzo y se reconcilió algo con el público venteño después de su aciaga tarde de los seis en solitario. Se fue a portagayola, lo intentó con el capote y tuvo momentos brillantes. Basó su faena sobre el pitón derecho, donde bien plantado corrió la mano con mando y templanza ante un buen ejemplar de Parladé. Hizo subir la temperatura con unas bernadinas, pero un pinchazo y la tardanza del animal en caer hicieron que se esfumara el trofeo. El torero vasco anda superando el bache.
Miguel Ángel Perera no se sintió cómodo ante los dos toros más sosos y apagados del sexteto. También es cierto que el viento molestó en ambas faenas, que se desarrollaron en parámetros muy similares
Percance de Jiménez Fortes
La noticia más dramática en lo que va de feria la ha puesto Saúl Jiménez Fortes, que resultó cogido de forma espeluznante en el cuello. Se puede decir que el torero ha vuelto a nacer, ya que el pitón rozó la carótida.
Antes, el diestro de Málaga había demostrado un descomunal valor, aderezado de buen toreo y pulso. Mató muy bien a su primero y dejó buenas sensaciones antes de ese serio percance que vino después.
Una corrida interesante y con dos toros destacados fue la de El Montecillo, jugada el domingo. El más importante, por motor y raza, fue para Joselito Adame. Apostó el hidrocálido, dejó venir al astado desde la distancia y supo encauzar las alegres embestidas del ejemplar de Paco Medina. La emoción era patente y Adame corrió la muleta sobre ambas manos con capacidad e inteligencia. El toreo por bajo tuvo su aquel y en Madrid eso gusta. Mató en la suerte de recibir para cobrar una gran estocada. Oreja ante un notable ejemplar. Su primer oponente tenía mucha clase y son, pero se partió una mano en el momento más inoportuno de su labor. Alberto Aguilar le tocó otro toro con movilidad y su emoción. Fue una faena pulcra y limpia, pero sin la fibra necesaria para calar en la afición. Eso sí, usó la espada de manera contundente.
Tampoco podemos pasar por alto dos buenos toros de Alcurrucén lidiados el martes 19. Juan Bautista dio una vuelta al ruedo tras una faena fría y una técnica muy depurada sobre ambos pitones. Mató con efectividad. Su primer oponente también se prestó al lucimiento, pero el torero francés no acabó de acoplarse a sus embestidas.
Posada, corta una oreja
La novillada del Conde de Mayalde resultó decepcionante, si exceptuamos un novillo con profundidad y bravura que le tocó en suerte a Posada de Maravillas. El novillero logró pasajes de calidad con otros más intermitentes. Volvió a recalcar su personalidad, a veces toreando afectado, pero gustaron sus formas. Fue una faena breve y coronada de un buen espadazo. El novillo fue arrastrado sin una de sus orejas, aunque la otra también debería habérsela cortado.
No se puede dejar pasar por alto la confirmación de que Roca Rey es un novillero de tremendo valor y que atalona las zapatillas en la arena. El sexto fue un utrero áspero y bruto, ante el que el peruano dio una demostración de firmeza y aplomo. Fue volteado hasta en tres ocasiones.
El pasado miércoles se celebró la tradicional Corrida de la Prensa, con la presencia del Rey Juan Carlos. La terna, Miguel Abellán, El Fandi y Manuel Escribano, se marchó de vacío ante una entipada corrida de Jandilla que tuvo buena condición, pero que pecó de finales y falta de fuerza. La faena más consistente la realizó Miguel Abellán, que volvió recibir a sus dos toros en la puerta de toriles.
Gestor, de Jandilla, resultó encastado y con transmisión y el diestro de Madrid supo aprovecharlo sobre la mano derecha, con series muy encajadas. Bravo Abellán en muletazos dominadores y emotivo animal de un encierro tan noble como a menos. No redondeó igualmente sobre la mano izquierda, el viento le molestó mucho. De todas las maneras, si la espada no hubiese viajado a los blandos, la oreja hubiera caído.
Manuel Escribano no tocó pelo, pero se marchó con crédito y esperando su segunda tarde con ilusión. Estuvo con mucho sitio ante un jabonero correoso que se empleó con brusquedad. El sevillano lo trató con temple y limpieza, y algunas series cogieron altura. El espadazo letal ánimo a una ligera petición. La ovación desde el tercio fue un premio rácano.