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El Faro | Jueves 21 de mayo de 2015
El CUC Villalba tiene ante sí este domingo -Estadio de El Olivo de Coslada, 11:30 horas- la ocasión de disuadir a sus perseguidores de que la caza de la segunda posición es misión imposible. Con cuatro puntos de ventaja a falta de tres partidos, sólo las matemáticas negarían la posibilidad de ascenso directo en caso victoria, porque salir de Coslada con el colchón intacto sería casi definitivo, a falta de recibir al Alameda de Osuna y viajar a Vicálvaro.
El duelo directo entre el Siete Picos y el Tres Cantos es el que impide una remota opción matemática de subir, porque en caso de que se combinase una victoria villalbina con los traspiés de los equipos que todavía están en el radio de acción, Complutense y Las Rozas, cualquiera de los tres resultados del partido de Colmenar anularía el ascenso, dado que en el mejor de los casos, el empate, el Siete Picos se quedaría a seis puntos del Villalba, pero con el golaverage particular ganado.
“¿Tenemos derecho a fallar? Sí. Pero se juega mejor con la tranquilidad que te da el colchón que hacerlo bajo la presión de no poder fallar. No hay que pensar en que hay margen de error. Llevamos ocho jornadas sin perder y no es casualidad. Cuando consigues esa regularidad, como hizo el Aravaca, estás arriba sí o sí”, explica Fabio, el autor del gol de penalti que dio la victoria ante el Pozuelo B, en un partido que el Villalba sacó adelante sin Javi Hernández, Linares (baja definitiva por causas laborales), Manu, Fede Pareja y Alberto Olalla. Estos dos últimos vuelven al equipo para jugar en Coslada, en lo que es la gran noticia de la semana. El central argentino se reincorporó ayer jueves, tras dos semanas en Sevilla siguiendo la operación de su hermano, el jugador del Sevilla, Nico Pareja, y su concurso se considera capital por su seguridad defensiva y la capacidad para sumarse al ataque. La consecuencia inmediata será la reubicación de Alberto en su sitio natural del medio campo, y la posibilidad de un cambio de marcha en el banquillo, si como parece, Arroyo cede su sitio a Olalla.
El Coslada ofrece a priori más complicaciones que el Pozuelo B. Los del Corredor vienen de empatar en el Sanfiz ante el Aravaca (3-3), después de tener al líder en las cuerdas al descanso con un 0-2. La expulsión del central Richi (baja ante el Villalba) en la jugada del penalti del 1-2 no impidió que los de Paco Moreno aguantaran, e incluso alcanzasen el último minuto con ventaja. “Es un rival muy peligroso y que ahora está bien. Nuestro destino es sufrir hasta el final, como se vio en Pozuelo”, predice Fabio.
A la misma hora, 11:30, el Galapagar visita a un Vicálvaro que está a un punto de evitar la fatídica cuarta plaza por abajo. Los de David Muñoz quemaron su útimo cartucho por el ascenso ante el Alameda de Osuna (0-0), en un partido que dominaron de principio a fin en otra tarde de lleno en El Chopo. El objetivo serrano pasa ahora por recuperar terreno en la tabla, desde una novena posición que no refleja la histórica campaña que han realizado los gualdinegros.
Lucas y Juanito seguirán sin poder entrar en la lista por lesión, y se espera que Nacho Martín regrese como titular al medio campo.
Álex Seidel, clave en Pozuelo, aplaza una operación para “ayudar al equipo”
Álex Seidel firmó una jugada que puede resultar clave en el objetivo de Villalba. Cuando el 1-1 en Pozuelo parecía inamovible y el reloj apretaba, el extremo forzó un penalti tras regatear a cuatro defensores y ser trabado cuando ya estaba cara a cara con el portero. Fabio anotó el penalti, pero la jugada de Seidel quedó en la retina. El elegido como mejor jugadr de Tercera División en su etapa en el Trival Valderas firmó además la asistencia a Arroyo en el primer gol. El jugador, que tenía previsto despedirse del equipo para operarse del tabique nasal, desveló al final que “he decidido que la operación puede esperar unos meses. Quiero estar, porque el equipo necesita a todos. Llevo tiempo con el problema y puede esperar”.