El Faro | Jueves 21 de mayo de 2015
La campaña electoral que hoy toca a su fin puede ser calificada como la más tranquila de las vividas durante los últimos 30 años en este municipio. Con los resultados más inciertos que nunca, los 10 partidos que concurren a estos comicios (PP, Futura Villalba, Izquierda Unida, PSOE, Ciudadanos, UPyD, Partido Castellano, Vox, Cambiemos Villalba y Partido por la Libertad), han mostrado un comportamiento ejemplar que debe servir para dignificar a la tan denostada clase política.
Sólo a última hora, cuando los candidatos han optado por demandar al voto útil, se han recrudecido los mensajes, algo bastante lógico ente un panorama tan incierto, donde nadie se atreve predecir el nombre del ganador, más cuando es por todos conocido que los indecisos, es decir los que aún no saben a quién votar, están entre el 30 y el 35 por ciento. Aún así, los expertos demoscópicos siguen viendo al PP y al PSOE como los partidos más votados. Y pueden serlo pese al daño que le ha causado a los populares la ‘operación Púnica’ y a los socialistas la desastrosa gestión realizada al frente de este Consistorio (2004-20l1), donde los gobiernos mayoritarios de José Pablo González Durán provocaron un despilfarro descomunal en las arcas municipales que puso al Ayuntamiento al borde de la quiebra.
Las formaciones emergentes, sin meter mucho ruido, han intentado beneficiarse de esta ‘memoria histórica’, que aún tiene las heridas abiertas, pero sin conseguir los resultados esperados. Ciudadanos y Cambiemos Villalba se han convertido en actores secundarios, los primeros por su indefinición y, los segundos, por la radicalidad mostrada en el día a día. Aún así, ni PP ni PSOE se han atrevido a descalificarlos, tal vez al intuir que tras las elecciones del domingo tengan que sentarse con ellos para negociar la formación del nuevo Consistorio.
El PP recobra el liderazgo
Bajo la tutela de Mariola Vargas, rodeada de una guardia pretoriana con mucha experiencia en las tareas de Gobierno, los populares han superado con nota el palo recibido tras la destitución de Agustín Juárez (caso Púnica) a seis meses de las elecciones, saliendo a la calle a dar la batalla no sólo con palabras, sino con hechos (asfaltado de calles, mejora de la limpieza vial y de los parques y jardines, adecuación de rotondas, mejora del mobiliario urbano, etc). Es posible que pierdan la mayoría absoluta obtenida en los comicios celebrado en mayo de 2011, donde contaron con el respaldo de 12.927 vecinos (14 concejales), pero su gestión durante la legislatura ha estado rodeada de más luces que sombras, de ahí su condición de favoritos para muchos electores villalbinos.
El PSOE de menos a más
Tras una larga travesía por el desierto, el PSOE ha ido recuperando sus antiguas señas de identidad y su secretario general y candidato a la Alcaldía, Juan José Morales, tras muchos esfuerzos, ha logrado ‘enterrar’ los últimos vestigios del josepablismo, normalizar la Agrupación local y presentarse a estos comicios liderando una candidatura unitaria, ilusionada y dispuesta a recuperar el tiempo perdido.
El boca a boca con los vecinos les han dado fuerzas para presentar batalla a los populares, sus adversarios de toda la vida, a fin de superar su exigua representación corporativa (seis concejales) que, obviamente, no está acorde con historia del PSOE, labrada en esa treintena de de años al frente del Ayuntamiento.
IU, tercero en discordia
Bajo el lema ‘Transformar Collado Villalba’, Izquierda Unida que, durante el actual periodo democrático ha sido, junto a PP y PSOE, protagonista esencial en el crecimiento de este municipio, primero como PCE y, más tarde con las siglas actuales, formando gobierno de coalición en dos legislaturas con el PSOE, se presenta a estos comicios liderado por Ricardo Terrón, un joven y a la vez veterano político en estas lides, que estará acompañado de un experto equipo, cuyo objetivo es poner las políticas municipales al servicio de la mayoría de los villalbinos. Entre sus propuestas hay que destacar las dedicadas a la creación de empleo, a la potenciación de las políticas sociales y de los servicios públicos, a las destinadas a abrir espacios a nuevas formas de entender la política y un nuevo concepto de ciudad. Su presencia es imprescindible para el buen gobierno del municipio.
Ciudadanos, Cambiemos y UPyD
Las dos primeras formaciones, salvo que las urnas digan lo contrario, pueden convertirse en ‘bisagras’ de cara a posibles pactos de gobierno. Ciudadanos, formación liderada por Julio Henche, ex candidato del PP villalbino en los comicios de 2007, aparece como una fuerza emergente cuyo mayor o menor respaldo puede quedar supeditado al número de votantes desencantados con el PP a nivel nacional y de los ‘tránsfugas’ de UPyD. Las ultimas encuestas le daban entre 4 y 5 concejales.‘Cambiemos Villalba’ es para todos un enigma. Su vinculación con los ‘gestores’ la ‘Fábrika’ (antiguo Testa) no parece a priori la mejor tarjeta de presentación. Sobre el resto de los grupos, todo parece indicar que UPyD podría quedarse sin representación municipal, mientras Vox, Futura Villalba, Partido Castellano y Partido por la Libertad lo tienen bastante más complicado.
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