El Faro | Lunes 11 de mayo de 2015
Asolado por las bajas y el desapego de algunos futbolistas, el Atlético Leones ya no podrá evitar su descenso a Segunda Regional, ahogado por unos números que lo tienen hundido a diez puntos de la salvación con sólo 15 por jugar. La sentencia matemática puede llegar ya este domingo en el feudo del líder -12:00 horas-, ante un Santa Ana que todavía no puede permitirse errores en su viaje de vuelta a Preferente.
Antonio Cala no ha podido enderezar una nave cuyo mayor problema siempre pareció estar más fuera que dentro del terreno de juego, por un proyecto lastrado en lo económico que ya devoró antes a otros tres entrenadores. Según Cala, no hay nada que objetar por ese lado: “Tengo que romper una lanza por mis directivos. Había una gran deuda y no querían ir con la cara agachada por el pueblo, yo lo entiendo. Ésa ha sido su prioridad la deuda creo que está casi saldada. El año que viene los Leones podrán asumir un compromiso mayor”.
Sobre el posible descenso, el técnico dice que “vamos a esperar, pero la situación y las circunstancias no son propicias para tener entusiamo y chispa. Son muchos los factores que han influido. Lo afrontamos con dignidad y estamos pensando en terminar con decoro, sobre todo en los dos partidos que quedan en Guadarrama y pensando en un nuevo proyecto que nos devuelva esta categoría”. Cala confirma así que seguirá con el Leones en Segunda Regional, mientras trata de pasar página a la catastrófica mañana de Colmenar, en la que, más allá del 4-0, la imagen del club fue dañada con una suspensión por no acabar con el cupo mínimo de futbolistas.