Collado Villalba

Un centenar de agentes de la Guardia Civil desaloja el edificio ocupado de la calle Madrid

El Ayuntamiento asegura que las familias con menores a su cargo serán realojadas en otros pisos de Collado Villalba

Arancha Ortega | Lunes 04 de mayo de 2015
Eran las 9.35 horas cuando varios vehículos de la Guardia Civil coparon la calle Ruiz de Alda y aledañas cortando el tráfico. En ese momento los vecinos se quedaron paralizados al comprobar que cerca de 100 agentes tomaban las calles y entraban en el edificio ocupado en el número 12 de la calle Madrid, acompañados por una escuadra de GRS también de la Benemérita.

Se trata de un inmueble propiedad de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (SAREB) que cuenta con 60 viviendas ocupadas por numerosos vecinos en riesgo de exclusión social, entre los que se encuentran familias con menores. Sin embargo, en Collado Villalba por lo que se conoce el inmueble principalmente es por la redada llevada a cabo hace meses que permitió la desarticulación de un capítulo de la banda de los Trinitarios.


De hecho, hace poco más de una semana los agentes realizaron una nueva redada en el inmueble y un integrante de este mismo grupo intentó huir por uno de los tragaluces del tejado, poniendo en riesgo su vida, ya que se resbaló.

Este desalojo, según ha podido saber El Faro del Guadarrama, responde a la orden emitida por un Juzgado de Collado Villalba a instancias de la propiedad.

A los pocos minutos de su llegada, los agentes establecieron un perímetro de seguridad de unos 50 metros. Primero se procedió a la detención de un individuo sobre el que pesaba una orden requisitoria. Más tarde, fueron saliendo algunos de los inquilinos de este edificio, que mostraban su sorpresa al no haber sido avisados del desalojo hasta ese mismo momento.

Una de las desahuciadas, que prefirió no dar su nombre, explicó que “sin aviso alguno ha llegado la Guardia Civil a mi casa para echarme de ella. Sólo llevo dos semanas aquí, no tengo ni dinero ni trabajo, sólo un niño de 9 años que menos mal que está en el colegio, porque si no se habría llevado un buen susto”. Esta mujer añadió que los agentes le comunicaron que podría venir mañana -por hoy, jueves-, de 9.00 a 13.00 horas, a recoger sus pertenencias. “Me han dado un papel para que me acerque a Servicios Sociales donde una trabajadora me dirá qué hacer, porque ahora me encuentro en la calle”, añadía.
‘Alquiler social’
Ante esta situación, el Ayuntamiento de Collado Villalba ha procedido a establecer un protocolo especial para el realojo de las familias que así lo deseen, con menores a su cargo, en diversas viviendas de la localidad. Algunas de estas familias ya estaban siendo asistidas por diversos motivos desde los Servicios Sociales municipales. Según fuentes consultadas, el Consistorio se hará cargo de las fianzas para acceder a estos inmuebles, así como los gastos de alta de los suministros. La firma se formalizará en Servicios Sociales y estas familias -entre seis y diez, según distintas fuentes- tendrán así un alquiler social.

La alcaldesa de Collado Villalba, Mariola Vargas, ha señalado que “el Ayuntamiento ha realizado una actuación asistencial urgente para que la vida de estas personas se viese alterada lo menos posible; es una situación de extrema necesidad, por eso se ha actuado tan rápidamente”. Vargas además destacó que las familias se realojarán en viviendas de Collado Villalba, de manera que los menores “podrán seguir realizando su vida cotidiana y acudir al mismo colegio donde estaban escolarizados”.

El realojo se ha realizado a través de un acuerdo entre el Ayuntamiento de Collado Villalba y el propio SAREB, que dispone de varias viviendas en el municipio. Hasta que se formalice este contrato de ‘alquiler social’ las familias con menores se realojarán en hostales, aunque desde el Consistorio aseguran que el proceso para su realojo definitivo se culminará en pocos días para preservar el bienestar de los niños.

Por último, cabe destacar algún pequeño incidente entre los vecinos de la zona, ya que algunos aplaudieron el desalojo del inmueble por los “constantes ruidos, trifulcas y menudeo” que, según denunciaban, se producía en este edificio. Ante esta situación, varios de los desahuciados, que aún se encontraban en las calles aledañas, les echaron en cara que el desalojo afectaba también a familias que “lo único que hemos hecho ha sido buscar un techo”. Trabajadores sociales que también se desplazaron a la zona atendieron a estas personas para asesorarles e informarles sobre las posibles alternativas.