Deportes

Galapagar y CUC Villalba salen fortalecidos de un derbi magnífico (1-1)

FÚTBOL / Preferente Grupo I – 29ª Jornada

El Faro | Lunes 27 de abril de 2015
Ante los ojos de 1.000 personas, Galapagar y CUC Villalba intercambiaron golpes hasta firmar un empate que, visto el juego y los resultados de la jornada, les fortalece. Cada uno en su estilo, los dos equipos ofrecieron un derbi de poder a poder que transmitió tensión y emociones en cada jugada, en el marco de un ambiente de otra época, con gente agolpada en las vallas, con la grada y la plataforma repletas, con El Chopo respirando aroma de finalísima. Fue el partido que todos esperaban, el choque que a nadie dejará indiferente, el duelo que todos los protagonistas recordarán cuando se retiren.


Uno de ellos, Caco, no figuraba en la lista de los posibles goleadores del partido, pero el central galapagueño, llamado a filas para suplir la importante baja de Juanito, apareció por el segundo palo para remachar un saque de esquina botado en semifallo por Nacho. Nadie del Villalba acertó a despejar en el primer poste, Del Estal quedó vendido y el balón recorrió todo el área chica hasta la certera bota de Caco, que la rompió de abajo a arriba. Era el minuto dos y El Chopo estalló de júbilo con el 1-0, sin todavía tiempo de tener acomodada a toda su gente. Justo el peor escenario para el CUC Villalba, sometido de salida a la presión alta de los de David Muñoz, obligado a una prueba de entereza y carácter. Su respuesta al mazazo fue formidable, siempre a partir del balón, muy alejado de esa versión tímida y a veces indolente de otras épocas no tan lejanas.

A partir de la jerarquía de sus centrales, Javi Hernández y Fede Pareja, y con Guille Fernández y Alberto en constante asociación con los tres medias puntas, el Villalba empezó a imponer una circulación de pelota de mucho nivel, ante el que posiblemente sea el sistema de presión más sincronizado de la liga. Superada la primera línea galapagueña, el Villalba conectó con soltura con Fabio y Seidel, y tardó muy poco en activar a Olalla, un jugador que tiene una evidente facilidad para sacar lo mejor de sí mismo en las citas grandes. Un disparo de Fabio con marchamo de gol, que rebotó en la zaga, y una llegada de Pareja rozando el cabezazo definitivo fueron los primeros avisos. El Galapagar, sin salida por el flanco de Kiki, bien tapado por Linares, y con Lucas controlado por un magnífico Pedregal, apretó los dientes para llevar al límite la pelea de los balones divididos, en la que tampoco se arrugó el Villalba para mantener el control. Igualada la batalla de la intensidad, el Villalba impuso su calidad y acarició el empate en una jugada monumental, en la que el balón salió a toque desde la zaga hasta llegar al pico derecho del área, donde Seidel habilitó la llegada de Álvaro Esteban, el ex del Carabanchel abrió las piernas para dejar pasar el balón, y Alberto, con todo a favor, mandó fuera su disparo sobre la marcha. El Villalba resumió en esa acción sus mejores minutos, entre los que se coló el Galapagar con dos acciones que le acercaron al 2-0: en la primera, Fernando puso un espléndido balón a la espalda de los centrales que obligó a una desesperada salida de Del Estal ante Kiki. El extremo llegó al remate en la semiluna y el portero rechazó el balón, dejando la duda de si con el pecho o con la mano. Mesa Romero pitó la falta y dejó el castigo en amarilla, porque decretó juego peligroso del meta. De otro modo, tendría que haberlo expulsado. Con El Chopo en combustión, Nacho salvó la barrera y puso el golpe franco un palmo por encima del larguero. Esa acción, más otra controvertida sobre Quique Casado enfilando la frontal, fue el preludio del gol del empate, obra de Olalla de magnífico disparo a la media vuelta desde fuera del área. Pudo entonces el Villalba hacer más daño, pero el Galapagar alcanzó el descanso con el 1-1 y sin conceder más ocasiones de gol a su rival.

A vuelta de vestuarios, pocas cosas fueron lo mismo. El Galapagar salió fuerte y el Villalba se rebajó a un nivel menos afilado. La vuelta de tuerca de David Muñoz a los cuatro minutos, sustituyendo a Kiki para probar la solidez de Linares con Gabri, surtió efecto y dio paso a los mejores momentos de los locales. A ello contribuyó la lesión del lateral villalbino, cojo tras chocar con un compañero y sufrir una contusión en el muslo y una brecha en el labio. Nacho y Fernando, para entonces ya con el control del medio campo, volcaron el juego hacia esa zona, hasta que lograron filtrar un pase adelantado hacia Casado y éste vio venir lanzado a Gabri, cuyo disparo en carrera pegó en Alberto y se fue al larguero ayudado por un providencial Del Estal. La jugada arrugó definitivamente al Villalba, a mitad de camino entre el declive físico y la mentalidad administrativa sobre el punto que estaba sacando. Nacho Benito reaccionó metiendo a Eliot e Ismail, pero el Villalba, con Olalla obligado a una batalla en solitario con la defensa, sólo acertó a asustar en una falta de Álvaro Esteban, bien sacada por Gonzalo cerca del larguero. Como tantas veces este año, el Galapagar embotelló a su rival, y su empuje adquirió tintes épicos cuando una tormenta con granizada descargó sobre El Chopo. Terminó reclamando un penalti por mano de Pareja, tan clara como involuntaria, pero aún así susceptible de ser señalada, y Del Estal se quitó de encima como pudo un remate seco de Fernando, ya en tiempo añadido. Fue un arreón con el sello inconfundible de este Galapagar capaz de quedarse a centímetros de la victoria tras sufrir largo rato tras la pelota, prueba de la confianza en sus posibilidades de unos jugadores que llegan con opciones a todo al ultimo bloque de cinco partidos, ése en el que el Villalba debe rematar su objetivo sabiendo que lo peor ha pasado. Y lo peor, casi sin ninguna duda, era El Chopo y su formidable inquilino.

C.D. GALAPAGAR: Gonzalo; Sergio, Vizcay (A), Caco (A), Keko; Greci (A); Lucas (Neco, 86’), Fernando, Nacho (Raúl Blanco, 83’), Kiki (A) (Gabri, 49’); y Quique Casado.

CUC VILLALBA: Del Estal (A); Linares (Parra, 64), Javi Hernández (A), Fede Pareja, Pedregal; Alberto (Eliot, 68), Guille Fernández; Álex Seidel (Ismail, 75), Álvaro Esteban, Fabio (David, 90); y Alberto Olalla.


GOLES: 1-0 Caco (2’), 1-1 Olalla (40’)
ÁRBITRO: Mesa Romero (2).

INCIDENCIAS: Lleno absoluto en el Municipal de El Chopo, con cerca de 1.000 espectadores en tarde agradable de nubes y claros hasta el tramo final del partido, cuando una tormenta de granizo descargó sobre el campo. La recaudación ascendió a 3.600 euros, tras agotarse las 1.200 entradas disponibles para asistentes y colaboradores con la iniciativa de ayudar a la Fundación Apascovi. La directora de la entidad, Teresa Sánchez, presidió el partido acompañada por el alcalde de Galapagar, Daniel Pérez, el concejal de Deportes de Collado Villalba, Carlos Sanz, y los presidentes de ambos clubes, Jorge Greciano y Juan Antonio Muñoz.