ALFREDO FERNÁNDEZ | Lunes 20 de abril de 2015
La corrida goyesca del 2 de mayo en Las Ventas es una de las fechas marcadas en rojo en el calendario de la temporada. Un día emblemático en Madrid y en su plaza de toros. En esta ocasión, el Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad ha hilado fino, cerrando un cartel interesante, con alicientes y muy madrileño, tanto en toreros como con la ganadería que se anuncia. El pasado martes, dos de los protagonistas calentaron motores y se dieron cita a modo de aperitivo con la ilusión por las nubes.
Agustín Montes, ganadero del hierro de Montealto, conoce muy bien lo que es triunfar en Las Ventas y en sus alrededores, también el matador de toros López Simón. Ambos colgarán sus nombres en los carteles de esa gran cita venteña, antes del arranque isidril. En la paz del campo de la finca que da nombre a la vacada en Cabanillas de la Sierra volvieron a triunfar y disfrutar cada uno desde su lado. Torero y ganadero viven una comunión especial, uno de la mano del otro, han conquistado plazas y triunfos muy importantes. La relación viene desde su etapa novilleril y ahora se les presenta el reto más importante.
López Simón triunfó con montealtos en plazas como Guadarrama, Navacerrada, Villaseca de la Sagra o, el pasado año, en Las Rozas, ya convertido en matador de toros, donde ante un corridón del ganadero madrileño cortó tres orejas y se reivindicó como un diestro al que había que echar cuentas en este 2015. ¿Se repetirá la historia en la plaza más importante del mundo? La suerte es decisiva y el toro y sus circunstancias también. El torero tiene la moneda y Agustín Montes tiene apartada una imponente y seria corrida para la ocasión, que luce buenas hechuras.
Un toro serio y cuajado
De momento, el ganadero le encerró un toro serio y cuajado para que López Simón volviera a sentir y disfrutar una vez de las bravas embestidas que dan los productos que se crían en esta casa. El cuajado toro sacó una clase infinita, duración y una humillación excepcional. López Simón lo aprovechó y se le vio en un momento extraordinario.
Con la mente clara, demostrando sitio, explotó las mejores cualidades del toro de Montealto. Una conjunción perfecta. Un castaño con fondo al que López Simón le toreó a placer. Al ganadero no le quedó más remedio que dejarle para semental y probarle con un lote de vacas. Antes, ya había comprobado la calidad de una becerra con la que se sintió muy a gusto, toreando con suavidad y relajo.
Pero la tarde del 2 de mayo tendrá más argumentos. Morenito de Aranda es un torero del gusto de Madrid, con personalidad y que sabe torear muy bien, sus triunfos lo avalan. También tuvo la oportunidad de comprobar la bravura de dos eralas de la divisa roja y verde. Mientras que el tercer integrante del cartel será Ángel Teruel, torero de dinastía, que esa tarde deberá relanzar su carrera a poco que los astados le ayuden.
Ahora sólo cabe esperar que esta ganadería con sello propio, que el ganadero supo equilibrar perfectamente entre las sangres de El Ventorrillo y Algarra, propicie los triunfos a los que nos tiene acostumbrados. Se lo tienen merecido y también sus hijos necesitan recuperar la sonrisa tras la reciente pérdida de la madre y esposa. Desde el balcón del cielo, seguro que Adela no perderá ojo de lo que ocurra el 2 de mayo en Madrid y se sentirá orgullosa de toda la familia Montes Diego.