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OPINIÓN

ALFREDO FERNÁNDEZ | Lunes 23 de marzo de 2015
La Tauromaquia se juega mucho el 24 de mayo con las elecciones autonómicas y municipales. El futuro taurino está en juego más que nunca. Es buen momento de defender con datos y cifras que el toreo representa el segundo espectáculo de masas en este país y que nuestro voto cuenta. Ahora no sirven excusas, muchos partidos se han posicionado a favor y en contra de la Fiesta. De algunos, como Podemos o Ganemos, ya sabemos que su sueño es la abolición. Tampoco andan muy lejos en este discurso algunas corrientes en el seno de IU, no en todas. Tania Sánchez fue una de las inductoras a la desaparición de los toros en Rivas Vaciamadrid. Es un dato a valorar. Probablemente algunos partidos no han apoyado tanto como cabía esperar, pero al menos no tienen intereses destructivos y prohibicionistas. Sin embargo, otros grupos, algunos de nuevo cuño, sí han mostrado su rechazo y hasta su desprecio hacia el mundo del toro.

Algunos partidos han declarado abiertamente que, en caso de gobernar, pretenden suprimir la subvención taurina. Les importa un carajo la economía que se mueve en torno al toro, el impacto económico en el municipio, la hostelería, la promoción que se ofrece...

Todo esto no les importa nada. La Fiesta, mal que les pese, no entiende de colores políticos, pero se han enquistado en un falso y mal entendido animalismo, cuando no en una absoluta demagogia. Las urnas deberían pasar alguna factura.