El Faro | Lunes 09 de marzo de 2015
La celebración este domingo del Día Internacional de la Mujer se presenta una vez más como una oportunidad para trabajar en favor de la conciliación y la igualdad de oportunidades. Es cierto que se ha avanzado, pero todavía queda mucho por hacer en este terreno, superando ciertos estereotipos de género que perduran incluso a la hora de afrontar el futuro educativo y laboral de nuestros jóvenes, tal como señalaba esta semana la alcaldesa de Collado Villalba, Mariola Vargas, en la inauguración de las Jornadas de Orientación al Estudiante. Todavía hoy nos encontramos con profesiones de mujeres y de hombres, respondiendo a una división de género que resulta absurda en la mayor parte de las ocasiones y que es consecuencia de esos ‘micromachismos’ que aún aparecen en nuestra sociedad. En este contexto, esta semana se conocía el dato de que las mujeres siguen estando en clamorosa minoría frente a los hombres en los consejos directivos de las grandes empresas, algo que se puede trasladar también al escenario de nuestra comarca, aunque iniciativas como los Premios Mujer que concede el Ayuntamiento de El Escorial contribuyan de forma importante a visualizar el trabajo que realizan numerosas emprendedoras de esta ciudad. La excepción a esa minoría de la que hablábamos está en los municipios de nuestra comarca: sin necesidad de cuotas, la realidad es que en la Sierra encontramos tantas alcaldesas como alcaldes. Guadarrama, Alpedrete, Collado Mediano, Torrelodones, Valdemorillo, Colmenarejo, Navacerrada y Collado Villalba tienen a mujeres al frente de sus respectivos ayuntamientos, algo que sencillamente parecía ciencia ficción no hace demasiado tiempo. Éste también es un signo de que se ha producido un cambio en la sociedad, cambio en el que aún es necesario profundizar. En esta tarea, las campañas de concienciación continúan siendo una pieza fundamental, por lo que el papel de la Administración Local, la más cercana a los vecinos, es fundamental. Por eso mismo, resulta llamativo comprobar cómo muchas de las actividades que se organizan estos días tienen un horario que difícilmente puede ser compatible con la conciliación, amén de que algunas de estas propuestas se presentan en una especie de ‘cajón de sastre’, haciendo que las iniciativas relacionadas directamente con la igualdad acaben diluidas en una agenda que demasiado a menudo parece planteada sin un criterio verdaderamente definido.