Ait Hadi se corona tetracampeón y Cuadrillero, tercero, desbarata el pleno marroquí

Youness Ait Hadi se coronó tetracampeón de la Tragamillas, la carrera donde no conoce la derrota y en la que sigue dejando boquiabiertos a público y organizadores. Cuadrillero, tercero en meta, estaba en lo cierto al decir que poco se podría hacer si el marroquí de 31 años de la AD Marathon, 13 años más joven que él, rodaba a ese ritmo infernal que le llevó a bajar de 1:04 horas en el Medio Maratón de Gijón en 2011, o a picar por debajo de 1:05 este mismo año en el de Getafe.

Ait Hadi pronto disipó dudas, al establecer una primera brecha de cinco segundos a la salida de la primera vuelta a la Dehesa, cuando de forma paulatina fue incrementando el ritmo para abrir una ligera brecha de cinco segundos, en compañía de su compatriota Abdelhak Sabhi, recién llegado desde Huesca e inscrito a última hora. El boquete acabó con una primera fase de carrera más táctica de lo habitual, con los tres marroquíes –el otro era Abida Ezamzami-, haciendo la envolvente al campeón de Guadarrama. Por detrás, el abismo: Rodrigo Ares lideraba la carrera ‘terrestre’ sabiendo del alto precio de un podio muy caro, tanto que ni Cuadrillero lo tenía seguro ante el poderío norteafricano, con Ait Hadi rodando fuera de concurso.

No tardó el tetracampeón en soltar a su compatriota Sabhi y entrar en Romacalderas ya en solitario, a ritmo de hacer añicos el récord de la prueba, con un estilo perfecto, pecho perpendicular al suelo, cadencia excepcional con pasos que parecían acariciar el firme. Por allí, la carrera ya no iba con él, sino detrás, anunciando un enorme reto para Cuadrillero: deshacer el pleno marroquí sin estar en las mejores condiciones.

Definidos los roles, Ait Hadi disparó su ventaja hasta más allá de los dos minutos, con un 3:14 el kilómetro que en la Tragamillas es demoledor. Por detrás, Cuadrillero sufría la ‘envolvente’ marroquí, muchas veces obligado a comerse el fuerte viento de cara entre acelerones, parones y hasta toques en la espalda. Un 1.500 táctico trasladado a las sendas y a la media maratón, un escenario poco visto en Collado Villalba. El guadarrameño, con el anunciado punto menos de condición física, tras el largo parón por lesión del año pasado, pareció claudicar poco antes de la entrada al estadio, cuando Ait Hadi ya había ganado, frenando en el último tramo, para dejarse el nuevo récord accesible en futuras ediciones: 1:08:28 horas, 28 segundos de mejora. Entonces apareció el orgullo del bicampeón de Guadarrama. En cuanto olió pista, Cuadrillero apretó a todo lo que daba y remontó decenas de metros de desventaja hasta filtrarse entre los dos marroquíes en la última curva. Tras varios adelantamientos de unos y otros, el guadarrameño superó a Sabhi pero no pudo con Ezamzami, cuya maniobra para coger cuerda no fue del todo ortodoxa. Como en 2010, otra de las veces que Ait Hadi anduvo fuera de concurso, Cuadrillero fue tercero, a más de minuto y medio de su mejor tiempo. Para la historia de la carrera quedará el espectáculo final en el estadio y sus arrestos para colarse en el podio más caro de la historia de la Tragamillas.

En categoría femenina se mantuvo la vigencia del récord de la prueba, que no pudo ser abordado por la ganadora, Rosa Teresa. La atleta de Guadalajara reeditó su victoria de 2014 con un tiempo de 1:25:03 horas, para subir a los más alto de un podio que completaron Patricia Cabedo y María Mercedes Pila.

La Tragamillas no agotó por vez primera los 1.500 dorsales, pero la participación fue de 1.369 corredores, de los que 1.180 alcanzaron la meta, contando una corredora que acabó fuera del control de tiempos. Una vez más, todos los clubes de la Sierra se volcaron con la prueba villalbina, con participaciones destacadas como las del Club Atletismo Guadarrama, que situó quinto a Rodrigo Ares y décimo a Mario Sanz, o de ilustres como el alcalde de El Boalo y corredor del Samburiel de Cerceda, Javier de los Nietos (1:44:27), Antonio Ledesma ‘El Tragamillas’ (1:43:55), el periodista de Onda Madrid, Carlos Sánchez Blas (1:47:15) o el campeón mundial de fútbol sala, el guadarrameño Alberto Cogorro (2:33:01).