Editorial

Moderación y juego limpio

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Los plenos en El Escorial llevan tiempo siendo más noticia por la bronca que por lo que realmente se aprueba. Las hemerotecas guardan maratonianas sesiones, insultos, descalificaciones y todo tipo de actitudes que no parecen casarse con el que de hecho es el principal órgano de la vida política municipal.Las cosas, años después, no han cambiado demasiado, y pleno tras pleno asistimos a durísimos cruces de acusaciones, no sólo entre los ediles, sino también entre el público, notablemente polarizado entre los simpatizantes del Foro Progresista y el Partido Popular.

En la sesión del pasado miércoles se repitió la película (encontrarán más información en la página 18 de esta edición de El Faro del Guadarrama). Es verdad que los ánimos están encendidos y los nervios a flor de piel cuando estamos apenas a dos meses de las elecciones, pero convendría que los políticos midieran bien sus intervenciones y no dieran lugar a altercados de los que los vecinos en ningún caso sacarán algo en claro. No ha sido una legislatura tranquila, es cierto, pero no conviene caldear aún más el ambiente, y esto es algo que los distintos concejales deben asumir con responsabilidad, más allá de las lógicas diferencias ideológicas y de la legítima crítica. Hay ejemplos más que de sobra para ilustrar estas palabras, algunos de los cuales figuran en la citada crónica de la sesión plenaria, aunque más allá de poner nombres, lo que conviene pedir a todos es moderación y algo tan poco común en la política como el fair play.