Toros

Un monopolio

OPINIÓN

ALFREDO FERNÁNDEZ | Viernes 27 de febrero de 2015
El monopolio acaba con la Fiesta. Se necesita independencia para que cada cual esté en el lugar que le corresponde. En la Sierra, en otro orden, tuvimos uno que abusó y manipuló el sistema; por suerte acabó perdiendo fuerza. Esperemos que no vuelva.

La Fusión Internacional de la Tauromaquia (FIT), que abarca 22 plazas de toros entre España, Francia y México, es el monopolio más grande jamás conocido en la Tauromaquia. Al frente de esta aventura está el magnate Alberto Bailleres, el segundo empresario más rico de México. Acabó comprando la ganadería de Zalduendo, la finca de El Litri y ahora es apoderado de dos máximas figuras, Morante de la Puebla y Alejandro Talavante, que han caído rendidos en sus brazos atraídos por su poder, su dinero y una comodidad en el toro. Bailleres tiene dos delfines: el matador Antonio Barrera, que maneja todo en la sombra, y Simón Casas, el empresario “de los pagarés”, que ha sido quien le ha metido en sus plazas.

Morante y Talavante han decidido no anunciarse en los carteles de la próxima Feria de Abril de Sevilla. El objetivo, no parece otro viendo las pruebas, es hundir esta plaza y esta feria. Desde luego que la empresa Pagés no es ejemplo de nada, tampoco de diplomacia; les ha sobrado prepotencia y les ha faltado mano izquierda para manejar la situación. La Fiesta se desangra y las figuras le dan la espalda, y más ahora que vienen desafíos decisivos Tampoco estarán en Sevilla El Juli y Miguel Ángel Perera, ellos lo anunciaron antes y no marearon la perdiz. Morante y Talavante, sí. Los toreros de la FIT, los del monopolio. Los que quieren sumar plazas y más plazas en España. Los mismos que ven Madrid en el horizonte. El comunicado de la FIT de que no quieren desembarcar en Sevilla no se lo cree nadie. Lo suyo es un pulso.