El Faro | Lunes 16 de febrero de 2015
Con el nombre de Operación Asfalto, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González presentó el pasado mes de octubre el proyecto relacionado con los trabajos de refuerzo y mejora del firme de 19 carreteras en nuestra región, que afectarían a 41 municipios madrileños (entre ellos los de Collado Villalba, Cerceda y Moralzarzal). “Estas obras permitirían mejorar la fluidez del tráfico rodado y la seguridad de los usuarios de la comarcales afectadas”, aseguró González. Es más, el propio presidente asistió al inicio de los trabajos de asfaltado-parcheado iniciados en M-608, concretamente en el municipio de Moralzarzal, “una de las siete vías -dijo entonces el jefe del Ejecutivo regional- en las que se actuará de aquí a fin de año”.
Se refería al tramo comprendido entre los puntos kilométricos 39,6 (Collado Villalba) y 31,8 (Cerceda), con una inversión de alrededor de 850.000 euros a fin de acometer los trabajos de la mejora del firme, de los sistemas de contención y de señalización , así como la instalación de barreras de protección para motoristas, lo que suponía una importante mejora para la seguridad vial en una de las carreteras más concurridas de nuestra comarca, puesto que registra una circulación diaria estimada entre los 10.200 y los 18.000 vehículos, de los cuales entre un 6,8 y 7,7 por ciento corresponde a camiones y autobuses.
Obras excesivamente lentas
Han transcurrido ya cuatro meses desde que los responsables de Carreteras de la Comunidad de Madrid anunciaran el inicio de los trabajos de asfaltado y, a día de hoy, lo único que ha hecho la empresa adjudicataria de esta obra ha sido parchear el firme de esta vía en algunos puntos de la misma. El resto del tiempo lo han dedicado a sustituir las barreras de protección (quitamiedos), trabajos que han provocado durante el último mes y medio un auténtico caos circulatorio, sobre todo a horas punta, ocasionado por las importantes colas, que en muchas ocasiones han alcanzado los cinco kilómetros en uno y otro sentido.
Los centenares de conductores afectados se han quejado del escaso personal destinado a la realización de dichos trabajos por parte de la empresa adjudicataria (cuatro o cinco operarios eran los que a diario se dedicaban a sustituir las viejas vallas de protección y a colocar las nuevas, asistidos en algunas ocasiones por otros dos trabajadores cuya labor se limitaba colocar los semáforos que regulaban la circulación en los tramos de carretera cortados). Y si a todo esto unimos las inclemencias del tiempo (nieve y lluvia), es fácil imaginar los atascos y la desesperación de la mayoría de los usuarios de la M-608, sobre todo de aquellos que se desplazan a diario en horas punta desde Cerceda y Moralzarzal a Collado Villalba, y viceversa, bien por cuestiones laborales, por tener que acudir al Hospital o simplemente para ir de compras. También se han visto perjudicadas aquellas personas que utilizan a diario esta vía para ir a Madrid o los villalbinos (cerca de medio millar) que llevan a sus hijos a los colegios Fontenebro y Leonardo da Vinci, ubicados en Moralzarzal. La población que podría verse afectada por estas obras supera los 82.000 habitantes.
Pero lo peor de todo aún está por llegar, sobre todo si tenemos en cuenta que los trabajos tienen prevista su finalización en mayo, lo que nos hace suponer que durante los dos próximos meses será cuando se acometerán las obras de asfaltado y señalización vial, lo que conllevará más cortes y muchas más retenciones. Confiemos en que la empresa adjudicataria, tras las protestas habidas, acelere los trabajos para evitar colapsar durante horas y horas una de las carreteras con más circulación de la Sierra del Guadarrama.