ENRIQUE PEÑAS | Viernes 30 de enero de 2015
A menos de cuatro meses de las elecciones municipales, el Equipo de Gobierno de Valdemorillo, encabezado por Nieves Roses (PP), atraviesa una fuerte crisis, como consecuencia de la división interna en el grupo municipal del Partido Popular. Hace algo más de un año, la alcaldesa ya realizó una importante remodelación, argumentando que se trataba de “dinamizar” al Ejecutivo. En concreto, la que fuera mano derecha de la regidora, segunda teniente de alcalde y responsable de Hacienda, Régimen Interno, Calidad, Educación, Medio Ambiente y Parques y Jardines, Concha Morales, vio cómo se le retiraban todas las delegaciones, salvo las de Medio Ambiente. Además, la edil Rosa Preciado dejaba de hacerse cargo de Deportes, que pasaba a manos de Francisco Javier Díaz, responsable además de Seguridad, Participación Ciudadana, Limpieza Viaria y Festejos, área en donde se ha centrado buena parte de la polémica a lo largo de los últimos meses. “No es una crisis, simplemente una remodelación de las concejalías porque hemos pasado la mitad de la legislatura y todavía nos quedan cosas por hacer”, señalaba entonces la regidora.
Sin embargo, parece que, lejos de calmarse, el enfrentamiento en el Equipo de Gobierno ha ido a más, acabando hace unos días con la retirada de todas las delegaciones a las dos concejalas que ya habían sido ‘señaladas’ en la reestructuración realizada a finales de 2013, Concepción Morales y Rosa Preciado.
Ésta última, en declaraciones a El Faro del Guadarrama, aseguraba haberse sentido “perseguida” por la alcaldesa desde el principio de la legislatura, situación que se habría hecho cada vez más “insostenible”. Tras la retirada de todas las delegaciones, la edil presentó el pasado 21 de enero una carta dirigida a la alcaldesa, en la que afirmaba que había tenido conocimiento del cese por un correo electrónico del día anterior. “Bonita y democrática forma de hacer las cosas, máxime cuando [el decreto] se firma el 15 de enero y es el 16 cuando me convocas a una reunión para el lunes; es decir convocas la reunión cuando tú has tomado la decisión, firmada y registrada”, señalaba Preciado Lage.
“Realmente tu decisión, como no puedo dejar de pensar, es porque a mí no todo me vale, y desde luego soy una mujer de principios y valores, que por cierto escasean hoy en día en gran parte de la actividad política”, prosigue la concejala. “No puedes ocultar que he sido víctima de una persecución por no plegarme a decisiones tuyas cuanto menos cuestionables desde el punto de vista legal y por supuesto ético”, indica la edil en una misiva, haciendo referencia a procedimientos de contratación o a “gastos exagerados sin consignación presupuestaria”. Finalmente, Preciado Lage afirma que la retirada de las delegaciones “es sólo fruto del acoso, de la venganza personal y de intentar esconder la dudosa gestión de muchos expedientes municipales”.
Pérdida de confianza
Por su parte, la regidora argumentaba que la única razón para haber adoptado esta decisión es la “pérdida de confianza” en ambas concejalas. “No voy a entrar en más explicaciones, no me voy a meter en ese fango”, añadía. “Le puede parecer bien, mal o regular, pero lo de la persecución lo tendrá que explicar”, señalaba Nieves Roses. En cuanto a la “dudosa gestión de muchos expedientes” de la que hablaba Preciado Lage, la alcaldesa asegura que es “mentira”. “Es una pataleta, porque aquí no se hace más que lo que Secretaría, Intervención y los servicios jurídicos dicen que se puede hacer. Y si no, ahí está la oposición, porque tenemos a Alternativa por Colmenarejo, al PSOE, a Izquierda Unida y a VICO. Si estoy gobernando en minoría y esto fuese verdad, ¿no estaría ya hace mucho tiempo señalada en los periódicos? ¿Lo saca ahora y se ha callado durante tres años y medio?”, se preguntaba Roses.