El Faro | Jueves 22 de enero de 2015
A poco más de cuatro meses para la celebración de las elecciones municipales que se celebrarán el próximo 24 de mayo, donde casi nadie parece tener muy claro lo que va a ocurrir, en la calle se siguen escuchando comentarios para todos los gustos. Encuestas, haylas, pero por lo que se ve los que las han encargado y las manejan no quieren hacer públicas para no perjudicar sus propios intereses.
Aún así también se oye que las citadas encuestas, al menos a nivel nacional, están en poder de dos grupos políticos: Partido Popular y PSOE, y aunque ninguno de ellos se pronuncie sobre su contenido, son muchos los que piensan que los populares volverán a ganar las elecciones autonómicas y, también, en los ayuntamientos más importantes de nuestra región, incluido Madrid, y sobre todo en la zona Noroeste, pero reconociendo también que no abundarán las mayorías absolutas alcanzadas en los comicios de 2011.
El panorama que dibujan tanto los populares como los socialistas es el de un PP ganando en las urnas por mayoría simple, lo que dificultaría alcanzar acuerdos post-electoales para arrebatarles las alcaldías. Caso de confirmarse estos pronósticos, según apuntan algunos dirigentes de este partido con la boca pequeña, este sería el mejor escenario para la defensa de sus propios intereses, pues tras la última reforma de la administración pública permite que un alcalde no necesita disponer de mayoría absoluta para poder sobrevivir, como sucedía hasta hace poco, cuando los Ejecutivos locales necesitaban tener mayoría absoluta para aprobar sus presupuestos en sesión plenaria. Ahora los presupuestos pueden ser aprobados directamente por la Junta de Gobierno local, donde como ustedes saben no estarán representados los grupos de la oposición.
El Partido Popular baraja también ese escenario mirando más a la izquierda que a sí mismos. Y aunque intuyen que se notará el desgaste de estos últimos cuatro años de Gobierno, en los que se han visto obligados a tomar medidas impopulares, siguen confiando en un electorado fiel que les vuelva a apoyar en bloque frente una fragmentada izquierda, cuyos líderes siguen estando más pendientes de cómo se repartirán sus propios apoyos tras la interrupción de Podemos, la integración de Izquierda Unida dentro de Ganemos y la candidatura de un PSOE descabezado, que de otras cosas como, por ejemplo, si será Pedro Sánchez o Susana Díaz, actual presidenta de Andalucía, quien encabece la lista del partido en las generales previstas para finales de año.
Aún así la mayor incógnita sigue siendo Izquierda Unida, sobre todo hasta que no se sepa si esta coalición será capaz de cerrar el pacto con Ganemos y otras fuerzas de izquierda. La otra era la de Podemos, ahora disipada tras anunciar el partido de Pablo Iglesias que no presentará candidaturas en los próximos comicios locales. También el PP sigue preocupado por la presunta irrupción de otras formaciones políticas en las municipales, ante el temor de que estos le arañen votos tanto por la derecha como por el centro. Este es el caso de Ciudadanos, UPyD y, en menor medida VOX, que tampoco parece tener muy clara su presencia en las elecciones municipales de mayo.