Opinión

Alcohol, drogas y velocidad

El Faro | Jueves 25 de diciembre de 2014
Resulta curioso comprobar que, mientras la Dirección General de Tráfico reconoce que el ochenta por ciento de los accidentes mortales se producen en carreteras secundarias, la M-608 que une los municipios de Collado Villalba, Moralzarzal y Cerceda -considerada como una de las más transitadas de la Sierra- lleva más de dos meses luciendo un gran despliegue de señales indicadoras de en obras, cuando esto no es así. Cierto es que hasta nos visitó el presidente regional, Ignacio González para hacerse la foto anunciado el inicio de unas obras que a día de hoy se han quedado en un simple parcheo de su deteriorado firme. Pero bueno, no se desanimen porque posiblemente antes de las elecciones de mayo la obra estará finalizada.


Volviendo al tema, es bueno recordarles que los responsables de la Guardia Civil de Tráfico han intensificado con motivo de las fiestas navideñas una campaña de vigilancia especial, sobre todo en red comarcal para intentar reducir la alta siniestralidad de las mismas, sobre todo ante la amenaza de que a partir de la próxima semana las condiciones meteorológicas empeoren, coincidiendo con el aumento de desplazamientos de muchas familias dentro de nuestra propia región, viajes que en la mayoría de los casos suelen iniciarse tras una celebración. La combinación de velocidad, alcohol y drogas es letal y esas tres variables, son la que suelen entrañar mayor riesgo de siniestralidad, de ahí que los controles se incrementen tanto en estas vías como en los centros urbanos, especialmente tras la solicitud realizada por Tráfico a los Ayuntamientos para que los agentes de la Policía Local realicen controles en sus propios municipios.Todas esas iniciativas coincidirán precisamente con la denominada ‘Operación Especial de Tráfico’ que se prolongará hasta el próximo 6 de enero, en la que sobre todo se va a pedir a los conductores prudencia y responsabilidad a la hora de ponerse al volante, unos consejos que todos conocemos pero que a menudo, debido el exceso de confianza o los descuidos, nos suelen jugar malas pasadas, Como si se tratara de una tómbola de feria -perdonen el símil-, todos los conductores jugamos la rifa de ‘la muñeca llorona’, y por tanto nos puede tocar el premio. Solo los que sean estrictos con las normas tendrán seguro de vida. Será mejor que no lo olviden.