El Faro | Jueves 25 de diciembre de 2014
En menos de un mes, si se cumplen los plazos ofrecidos esta semana por el Ayuntamiento de Galapagar, empezarán las obras de reforma integral en el Centro Cívico Reina Sofía, un edificio situado en plena plaza de la Constitución que desde hace tiempo se había quedado obsoleto, además de presentar numerosos problemas de accesibilidad para personas con movilidad reducida. Tras la remodelación, este espacio se convertirá en la nueva biblioteca municipal Ricardo León, que contará con 2.000 metros cuadrados, multiplicando por 10 la superficie de la que dispone actualmente en el Centro Cultural La Pocilla, lo que hacía de esta biblioteca la más pequeña de la Comunidad de Madrid en relación al número de habitantes. Ésta es otra de las deficiencias que desde hace tiempo sufría esta localidad, sin que durante años se tomasen las medidas necesarias para corregir este tipo de anomalías.
Los vecinos pueden disfrutar ahora de un moderno, amplio y funcional Centro de Salud en la zona de San Gregorio, pero no hace tanto -apenas tres años y medio- aún tenían que acudir al viejo ambulatorio de la calle Guadarrama, un centro que en su momento ya nació pequeño. En su lugar avanzan ahora a buen ritmo las obras del nuevo edificio administrativo y de la zona comercial que vendrá a sustituir a un Mercado Municipal cuyo deterioro es más que evidente. Se trata de cambiar para mejor, ofreciendo mejores servicios a los ciudadanos y corrigiendo el déficit de infraestructuras que padecía Galapagar. En el caso del Centro Cívico, la función para la que inicialmente fue ideado se abandonó hace ya varios años, ante la necesidad de trasladar distintas áreas municipales debido a las reducidas dimensiones del Ayuntamiento. Dentro de unos meses, los vecinos podrán realizar todas las gestiones en un único edificio, creándose además un nuevo foco de atracción y revitalizando una de las arterias principales de Galapagar. A su vez, niños y jóvenes disfrutarán de una nueva biblioteca acorde a las necesidades de una población de 33.000 habitantes. Se trata, en definitiva, de crecer en sentido positivo, aunque las circunstancias económicas no hayan sido precisamente las mejores para impulsar proyectos de este tipo. Pero el hecho de que estas actuaciones, al igual que las mejoras en el polideportivo, ya estén en marcha, viene a confirmar que, pese a las dificultades, los compromisos adquiridos por el Ejecutivo al inicio de la legislatura serán pronto una realidad al alcance de los galapagueños.