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El CUC Villalba tira de los goles de los zagueros para minimizar el tropiezo ante el colista (2-2)

FÚTBOL / Preferente - 14ª Jornada

JAIME FRESNO | Lunes 22 de diciembre de 2014
Como en Aravaca, los goles del CUC Villalba en el empate ante el Pozuelo B (2-2) fueron de Fabio y Fede Pareja, dos hombres de la línea defensiva, aunque no lo parezca. El primero es un interior izquierdo de toda la vida, el máximo anotador del equipo con siete tantos, pero se debe a la demarcación de lateral porque Julio anda probando con un equipo inglés y no parece haber otro recambio; y el segundo es un central con una enorme capacidad para sorprender desde atrás y, por lo que se vio ante el colista, también para vivir en el área contraria.

Sus goles en el último cuarto de partido rescataron un punto que se esfumaba de mala manera en el último partido de 2014, y que vale para que este Villalba al tran tran se vaya de vacaciones con todas sus aspiraciones intactas, subido al tren de cabeza.

Como ante el Galapagar, los de Nacho Benito se saltaron la fase de tanteo y salieron con todo, con Guille Fernández construyendo 20 metros más adelante de lo que solía, bien escoltado por Álvaro Esteban y con la versión incisiva de Seidel, escurridizo en la derecha. Durante cuarto de hora largo el Pozuelo B no salió del bote, pero los amarillos volvieron a no encontrar el último pase. En la ocasión más clara, Manu pifió un remate a bocajarro, que salió con trayectoria al córner. La jugada pareció pasarle factura al capitán, sin peso en el juego y finalmente expulsado por doble amarilla.

Sin tanta retórica, y favorecido en tareas de destrucción por el césped más lamentable de la historia villalbina, tras aquel en el que se jugaba junto a la vía de Segovia, el filial de Chema Cernuda apreció los riesgos con los que jugaba el Villalba y patentó una jugada sencilla y letal: Sergio, de largo su mejor hombre, debía preocuparse sólo de poner el balón en la espalda de la zaga para las carreras de Rubén Lozano, tan rápido y escurridizo como precipitado de cara a portería. La conexión apareció tres veces en la primera parte. A la primera, entre Del Estal y un defensa le sacaron el gol al punta pozuelero, que remató solo desde el punto de penalti. El Villalba pudo responder de inmediato, pero Olalla cabeceó libre de marca al palo, con toda la portería a disposición. Sin tiempo para digerirlo, Vizcaíno emuló a Sergio y dio balón corrido por arriba a Rubén para dejarlo solo ante Del Estal. Esta vez el punta eligió la vaselina, que se le quedó corta para que Pareja sacara el gol en el área chica. Y sobre el pitido del descanso, Sergio volvió a dejar solo ante Del Estal al infortunado delantero, cuya ofuscación quedó patente al escorarse demasiado y chutar contra el lateral de la red.

La cadena de sustos dio paso a un Villalba lanzado tras la reanudación, capaz de encadenar hasta tres ocasiones en los primeros tres minutos. En la más clara, Olalla no llegó por centímetros a un excepcional servicio de Fabio desde la izquierda, en un jugada coral de exquisito nivel técnico iniciada por Álvaro Esteban. No definió el Villalba y lo pagó acto seguido cuando, ahora sí, Rubén Lozano ejecutó a Del Estal a la cuarta, en una jugada casi calcada a las anteriores. El 0-1 no descentró al Villalba, cuyo despliegue ofensivo desarbolaba por banda a la defensa por acumulación del filial. Fabio, pletórico en ese tramo, estampó en el palo una gran volea para el empate pero, como en la secuencia anterior, el gol perteneció al Pozuelo B: a Del Estal le jugó una mala pasada el césped en un control al borde del área y su resbalón dejó a Sergio con la portería libre, sin nadie que impidiera que embocara solo y al trote. Quedaba media hora y la radio cantaba que al Villalba se le iba la opción de incluso acabar líder 2014, ante el colista y de la forma más dolorosa. Pero el equipo perseveró y encontró su tabla de salvación en un claro penalti por mano que transformó Fabio con aplomo. El lance supuso la expulsión del visitante Jorge, pero lo que iban a ser 20 minutos de superioridad, quedaron equilibrados por la doble amarilla a Manu, en un abrir y cerrar de ojos. Dos tarjetas rojas rigurosas y más campo abierto para remontar. Ya sin Sergio, sustituido, el Pozuelo B perdió capacidad de salida y el Villalba asedió hasta que Pareja, con una excepcional volea, estableció el 2-2 tras un buen centro del reaparecido Birru. El caudal de llegadas amarillas no cesó hasta el final, pero la remontada se quedó a medias y el empate frenó el salto del Villalba a la zona de ascenso. Un empate justo, porque el Villalba acaparó todo, méritos y deméritos por igual. Eso le vale para aspirar a lo máximo en una liga en la que nadie parece poder o querer marcar distancias.

CUC VILLALBA : Del Estal; Linares (Barba 23′), Fede Pareja, Alberto, Fabio; Eliot (Birru 67′), Guille Fernández (David 81′); Álex Seidel (A), Álvaro Esteban (A), Manu (AA, R-72’); y Alberto Olalla (Juanma 64′)
POZUELO B : Álvaro; Luis, Juan, Loa, Jorge (AA 72’); Rubio, Pablo (Jime 62′); Vizcaíno, Sergio (A) (Alonso 66′), Salva; y Rubén Lozano (Rodri, 81′).

GOLES: 0-1. Rubén Lozano (48′); 0-2 Sergio (63′), 1-2 Fabio de penalti (72′); 2-2, Fede Pareja (86′).

ARBITRO: García Gonzalez (1).

INCIDENCIAS: Algo menos de 200 espectadores en la Ciudad Deportiva de Collado Villalba, en mañana soleada y agradable y con el césped en el mal estado habitual.