El Faro | Lunes 17 de noviembre de 2014
Dos semanas después de que el Ayuntamiento de Collado Villalba se viese sacudido por el impacto de la Operación Púnica, con la imputación y posterior dimisión de Agustín Juárez, la hasta ahora concejala de Familia y Servicios Sociales, Mariola Vargas, ha de convertirse hoy en la primera alcaldesa en la historia de la localidad. Se pondrá fin así a unos días convulsos, que, pese a todo, se han vivido con toda la normalidad posible, lo que en el fondo no deja de ser una buena noticia en términos de responsabilidad institucional y también de la propia madurez de la población villalbina. Antes de que se celebre el pleno en el que tomará posesión como regidora, Vargas se sometió a esa especie de examen convocado por la presidenta del Partido Popular de Madrid, Esperanza Aguirre. Una suerte de talent show que tiene mucho de marketing y de operación cosmética más que de medida para atajar la corrupción directamente, si bien hay que reconocer que, en todo caso, sí sirve para que cada cual quede retratado previamente y de forma pública. El interrogatorio, con algunas preguntas duras y otras más amables (y también con una criba en cuanto a las cuestiones formuladas por los medios presentes en el examen, con el fin de que la convocatoria no se prolongara más allá de una hora), mostró a la candidata popular como una política cercana y segura de sí misma, desenvolviéndose con naturalidad pese a la alta expectación que había levantado esta cita. En su intervención, Vargas expresó la que sin duda es la mejor receta posible para evitar cualquier amago de corrupción: decir ‘no’ desde el principio a todo aquel planteamiento que pueda resultar sospechoso. A partir de ahí, dijo, se trata de una cuestión de elección “personal”, algo que, por simple que parezca, no está de más recordar para evitar caer en generalizaciones.
Por otra parte, la edil se estrenó como quasi-alcaldesa en una rueda de prensa celebrada el martes en Collado Villalba con motivo de la presentación del Festival Internacional de Cine sobre la Discapacidad. Atendiendo a los medios locales, Vargas -que tiene ante sí una complicada tarea en estos últimos meses antes de las elecciones- aseguró que su gestión partiría del “esfuerzo”, continuando la línea de trabajo emprendida esta legislatura para sanear unas arcas municipales que el PP se encontró en 2011 con una deuda millonaria. Pero además adelantó que, teniendo en cuenta de dónde viene, prestará especial atención a las políticas sociales. Si lo hace, y lo comprobaremos a partir de hoy mismo en el examen que más importa, será sin duda un acierto, puesto que es lo que de verdad demandan los ciudadanos, contribuyendo a cerrar en parte la dolorosa herida abierta estas últimas semanas en el seno de los populares villalbinos.