FÚTBOL / Preferente - 9ª Jornada
El Faro | Lunes 10 de noviembre de 2014
El CUC Villalba enganchó su tercera victoria consecutiva en Las Rozas, donde empezó perdiendo y acabó remontando con los dos primeros goles de la temporada de su capitán, Manu. El primero de ellos fue sencillamente magistral, pues el volante amarillo colocó en la misma escuadra del meta Nacho un golpe franco desde unos 25 metros que levantó la admiración del escaso pùblico de Navalcarbón.
El golazo, cerca del descanso, equilibró el marcador de un partido controlado por Las Rozas, desde que Raúl Mera, a los 12 minutos, transformó un claro penalti cometido sobre Lamarca. Hasta el monumental zurdazo del 1-1 el Villalba siempre había ido a remolque en el juego y en el marcador. De no ser por una mano providencial de Del Estal a remate de Ángel, la diferencia podría haber sido mayor y acorde a lo que se veía en el campo. Con los locales organizados en torno a Mera y Serrano, Las Rozas tuvo más llegada que un Villalba muy impreciso, sin elaboración en el medio y sin conexión con su ataque. A ello pudo contribuir el problema muscular que obligó a cambiar a Fabio a los cinco minutos, algo que dejó a los serranos no sólo sin su máximo goleador, sino también sin su mayor desatascador.
Tras el descanso, el nuevo técnico roceño, Jacobo, metió aún más desequilibrio con la entrada de Miki y el Villalba siguió sufriendo, aunque su última línea sólo concedió un error de bulto, dejando a Lamarca otro remate a quemarropa que Del Estal conjuró de forma inverosímil. Con el partido más abierto, creció el Villalba en ataque, con Fer López más liberado y Manu descolgándose en cada robo de balón. El ataque roceño pecó entonces de precipitación y el Villalba mostró más cuajo en las idas y venidas. En una de ellas, Julio rompió por la izquierda con un detalle técnico de muchos quilates, pues dejó atrás a su par amagando el taconazo para buscar la línea de fondo con un retruque a dos piernas. Su centro al segundo palo fue rematado en semifallo por Alberto, pero el rebote en el defensa dejó el balón botando cerca del punto de penalti. Un caramelo que Manu, en carrera y viniendo desde atrás, convirtió a placer en el 1-2 definitivo. Un resultado que sitúa al Villalba a tiro de piedra del líder, tres puntos que parecen no ser nada en una liga en la que ahora todos los candidatos fallan. Menos el Villalba.