Editorial

El Día de la Mujer

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Ayer, 8 de marzo, se celebró el Día de la Mujer Trabajadora, cuyas celebraciones se extienden ahora durante toda la semana, a veces con actos programados a unas horas que hacen que difícilmente puedan acudir a ellos las propias trabajadoras. Pero al margen de las numerosas actividades organizadas por los distintos ayuntamientos de la Sierra, lo cierto es que aún queda lejos el momento en que estas conmemoraciones sean innecesarias. El camino de la igualdad todavía presenta serios obstáculos, desde la diferencia de sueldos al reparto, en algunos casos nulo, de las tareas del hogar. Es difícil hacer frente a costumbres arraigadas en una sociedad marcadamente patriarcal, pero resulta imprescindible redoblar los esfuerzos de cara a la concienciación de los jóvenes. Lograr una igualdad plena es una tarea que llevará años, pero no debe cundir el desánimo entre quienes a diario demuestran que es un objetivo no sólo posible sino principalmente justo. Por eso, los premios otorgados estos días y las distintas iniciativas impulsadas no pueden quedarse en el componente de ocio, sino que deben servir como aliciente para profundizar en este camino.