OPINIÓN
ALFREDO FERNÁNDEZ | Viernes 24 de octubre de 2014
La temporada ha echado el cierre. El invierno es buen momento de plantear soluciones, pero sobre todo de darlas. La Tauromaquia permanece anquilosada y los estamentos se no se unen para combatir los ataques en varios frentes abiertos. Los últimos en sumarse a esta corriente antitaurina han sido los integrantes de ‘Podemos’, que en la asamblea celebrada el pasado fin de semana en Madrid votaron las propuestas que forman parte de su hoja de ruta.
De forma sigilosa, sin hacer el menor ruido, han declarado su postura a favor de la abolición de la Tauromaquia. Ellos no emplean la palabra prohibir; prefieren utilizar el término “abolir” que queda mucho mejor, aunque verdaderamente sea lo mismo. No es la primera vez que un partido político incendia contra la Tauromaquia, pero sí es muy llamativo y peligroso que un partido en auge ponga entre sus primeras medidas el acabar con la Fiesta de los toros. Quizá quieran dar así respuesta a esa parte de la izquierda tan dada al prohibicionismo.
Estamos en un tiempo que es bueno saber cómo respiran los partidos y su posicionamiento a favor o en contra de la Tauromaquia. El nuevo secretario general del PSOE, y previsible candidato a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez atacó a los toros descaradamente, pero luego ha retrocedido y callado ante el temor a la pérdida de votos de muchos socialistas que son aficionados. Al final, la sangría de votos es lo único que les interesa y por eso la utilización de ese doble lenguaje para navegar entre dos aguas y no ser nada claro.
Ha llegado el momento de conocer cómo respira cada uno, para cuando el votante introduzca su papeleta en la urna sepa lo que está haciendo y que luego no haya lamentaciones. ¿Se imaginan un futuro pacto de Gobierno entre PSOE y Podemos? Creo que ha llegado el momento de hacer una defensa verdadera y que el sector se ponga las pilas en este invierno en vez de dedicarse a pactos, alianzas y estrategias. Mientras que los de dentro estamos con los deberes sin hacer, en el patio están con los sables desenfundados y no somos capaces de dar una respuesta sólida y con argumentos, que las hay. Tenemos una encrucijada complicada y existe un peligroso latente con gente exaltada y que camina por otro camino. En mayo de 2015 hay elecciones y desde luego que algo se tendría que hacer para frenar tanto ataque continuado. En poco tiempo se han perdido plazas como Barcelona, San Sebastián, Oviedo y parece que todavía no reaccionamos. La cosa puede ir creciendo. La Tauromaquia está en peligro con estas nuevas corrientes revolucionarias.