Toros

Buenos ‘ibanes’ y brillante tarde de Varea en Becerril de la Sierra

ALFREDO FERNÁNDEZ | Miércoles 22 de octubre de 2014
Las tres novilladas celebradas en Becerril de la Sierra se saldaron con diferente resultado. Un ciclo donde se vieron cosas interesantes aunque, en ocasiones la concesión de trofeos resultó un tanto desproporcionada. La feria se abrió el sábado 13 con una novillada con picadores en la que los utreros de Hoyo de la Gitana dieron al traste con un festejo decepcionante y ante el que conviene pasar página lo antes posible.

El lunes 15 se lidió una excelente novillada sin picadores con el pial de Baltasar Ibán, donde hubo variedad y bravura en distintos estilos. El quinto fue un gran novillo, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre con todo merecimiento. A este utrero le cortó los máximos trofeos el salmantino Iván González, que realizó una faena de gran corte. Se lució sobre ambas manos con temple y largura. También desorejó a su novillo Luis David Adame, que se mostró como un novillero que arrea mucho y tiene ese punto de fibra y capacidad que hace acoplarse muy bien a los astados. El resto no acabó de estar a la altura de las buenas embestidas que brindaron los erales de la vacada de El Escorial.

El martes 16 la novillada con picadores de El Retamar fue tremendamente seria, astifina y muy cuajada, una corrida de toros en toda regla. El encierro resultó manejable y noble en su conjunto, aunque pecara de poca transmisión.

Gran tarde de toros
Varea dio una gran tarde de toros y refrendó su triunfo en Navacerrada una semana antes, cuando cautivó a todos los que le vieron. En Becerril cortó tres orejas y realizó una faena de muchos quilates al novillo que abrió el festejo. Toreó con expresión, dejando naturales sedosos y cadenciosos que calaron en el tendido. Dos orejas de ley. Ante el astifino cuarto se mostró como un novillero de valor natural y se inventó una faena ante un animal que pasaba sin ninguna emoción.

Dos orejas de menor fuste le concedieron a Jesús Martínez del segundo. El novillero de Cercedilla puso mucha voluntad y decisión, con detalles y pases de pecho de muy buena factura. Recetó una contundente estocada que le valió para cortar ese segundo trofeo.
Ángel Sánchez realizó una faena larga ante el novillo que más humilló y mejor embroque tuvo. También mató de manera segura y le cayeron otras dos orejas.