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El sanlorentino Carlos Verona termina en Santiago su primera gran vuelta antes de cumplir 22 años

Verona, en la subida al puerto de Ancares (Foto: Facebook C. V.)

CICLISMO / Vuelta Ciclista a España

JAIME FRESNO | Miércoles 22 de octubre de 2014
Carlos Verona logró este domingo alcanzar la meta de Santiago de Compostela y culminar su primera gran vuelta por etapas, una muesca más en su evolución como corredor que llega cuando todavía no ha cumplido 22 años -los hará en noviembre-. El sanlorentino terminó la Vuelta a España en el puesto 66 de la clasificación general , a 2:46:03 horas del ganador, Alberto Contador, que sumó su tercera victoria en la ronda española, sexta grande en su palmarés, a sólo un triunfo de Miguel Indurain.

El balance es excepcional en lo personal, puesto que Verona ha terminado en la mitad alta de la clasificación -159 ciclistas llegaron a Santiago- y además, pese al trabajo de equipo, logró meterse en dos escapadas en etapas de montaña en las que ha dado un paso al frente. El día de la Camperona se quedó a falta de cuatro kilómetros del grupo de 12 escapados que se jugó el triunfo, y logró la novena posición por delante de los grandes favoritos. A nivel colectivo, el abandono por enfermedad de su jefe de filas, el colombiano Rigoberto Urán, el incidente que provocó la expulsión de la carrera de su compañero italiano, Brambilla, y abandonos como los de Tom Boonen y Toni Martin para preparar el Mundial de Ponferrada, dejaron al Omega Pharma muy mermado en las últimas etapas, hasta el punto de que Verona fue el mejor clasificado de la escuadra belga en la durísima etapa de Ancares, en la que fue 33º. Esos datos demuestran su buena evolución en la alta montaña, el objetivo que le ha marcado el equipo para ser competitivo en grandes vueltas. Paco Chico Pérez, el periodista de ciclismo más longevo a nivel internacional, dijo la semana pasada que creía que “en tres años llegará su momento, porque le veo que quiere ser corredor y es muy sensato en todo lo que dice”.

Verona culminó la Vuelta padeciendo la lluvia en la contra reloj de Santiago, de 9,7 kilómetros. “He calentado bien porque quería intentar hacerlo bien, pero ha sido bajarme del rodillo y empezar a llover a mares. He tenido muy mala suerte porque me ha tocado hacer la crono entera bajo la lluvia, por lo que he tomado cero riesgos. Me quedo con las sensaciones, que después de 20 días de competición han sido muy buenas”, dijo en su diario de carrera. Acabó a 1:45 minutos del italiano del Movistar, Malora, aunque el resultado fue lo de menos ante la satisfacción personal del objetivo cumplido y la visita de numerosos familiares, incluidos sus padres.

Como balance, Carlos Verona realizó una interesante reflexión que puede tener mucho valor en años venideros: “He de decir que esta Vuelta me ha demostrado que los límites del cuerpo humano están mucho más lejos de lo que nos podemos pensar, que se puede aguantar perfectamente el pedalear 3.000 kilómetros en tres semanas y que a veces cuando crees que estás agotado brotan nuevas energías que te dan más fuerza y empuje para seguir, y sobre todo que por muchas piernas que tengas, en el ciclismo manda la cabeza y la capacidad de sufrir”. El sanlorentino descansará ahora unos días antes de afrontar la parte final de su calendario, al que le faltan dos carreras.