Opinión

O espabilamos o nos espabilan

R. Gutiérrez

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Está comprobado que el capitalismo en España es el fundamento prioritario de las políticas de los partidos, bien sean de izquierdas, de derechas o nacionalistas. Incluso también de los propios sindicatos. Esta compleja situación es la que está perjudicando gravemente nuestras estructuras democráticas y dañando el auténtico concepto de la democracia, concepto que está basado en el gobierno de todos a través de las urnas y de los representantes libremente elegidos.

Pero cuando esto se tergiversa y los representantes políticos consideran los votos conseguidos como victorias personales, lo único que consiguen con ello son “hipotéticas acciones” de un capital que no es otro que su propio lucro personal. De ahí mi preocupación por la presencia del capitalismo, de ese capitalismo sanguinario que nos invade y que enriquece más y más a los ricos, sumiendo en la pobreza a un gran número de ciudadanos; ciudadanos que poco a poco se van convirtiendo en ‘escoria’ social, mientras que los ricos atesoran y atesoran grandes fortunas, creando paraísos fiscales y esclavizando a los más desfavorecidos. Esta situación nos lleva directamente a la construcción de una clase media inestable, débil e insegura, cada vez con menos recursos y con menos participación en el mundo de las finanzas e incluso en el de la cultura, al estar amenazados ambos por el poder político y por el financiero. Y o espabilamos o nos espabilan. Nos espabilan cercenando nuestros derechos gracias a la fuerza que les dan nuestros propios votos. Así las cosas, creo que España necesita con urgencia una regeneración política seria y una regeneración democrática audaz.