El tubo

La calidad debe prevalecer. No una corrida tiene más categoría que una novillada picada. Tampoco tiene más importancia una picada que una sin los montantes. Mejor una clase práctica que una sin picadores. Y así podemos seguir. Algunos ayuntamientos se empeñan -cada vez menos, afortunadamente, pero existen- en dar lo que no pueden. No vale el mal momento como excusa. Suma que te suma para acabar restando. Cuando se quiere más que se puede, ocurre que acabemos en la prostitución de un festejo taurino. Barcelona se convirtió en un burdel de novilleros hasta que se cerró. Aquello en su momento fue un bajonazo. Es una realidad palpable que no se cuenta, que está ahí, en un trasfondo oscuro que muchos callan. Es un tufillo consentido por varios. Los primeros, los propios toreros, y luego los desaprensivos. Todos por el tobogán del tubo y con condiciones leoninas. Para los de luces y los que ponen las banderillas. Todo se sabe, el toreo conoce quién entra por el tubo y quién hace que se tiren por él. Nombres y apellidos que suenan raros. Festejos que nunca se deben dar. Todo tiene su precio. Todo depende del trasfondo, de cómo se monte el montaje en el despacho. Una novillada sin picadores por derecho -es decir, cobrando todo el mundo sus honorarios- tiene más grandeza, más categoría y más verdad que cualquier festejo de rango superior, porque no existe ese tubo de aguas turbias y poco transparentes. No se trata de mirar a ninguna parte. No hay caso concreto, hay varios. Se prende la mecha veraniega. Que cada uno sea consecuente y sepa lo que hace. ¿Ignorancia? Puede que sí, puede que no. Se trata de decir lo que nunca se debería hacer, ni permitir. No tratamos de dar lecciones, sí de dotar de la dignidad y la ética que se le supone a los que son profesionales o tienen una responsabilidad. Muchos no se enteraran de la vaina, alguno puede que sí; no tengamos que hacer bueno al que no lo es, que le podemos estar dando argumentos. Esperemos que este mal sueño pronto acabe, al menos en algunos sitios, que pronto se copian los hábitos de lo nocivo. Que pase cuanto antes y no se repita la marejada. La Fiesta y ciertos lugares, cualquiera que sea, merecen mejor trato. El chaparrón del verano se avecina, abramos el paraguas a la esperanza porque son pesadillas.