El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Saturnino Fernández Vallejo es un octogenario vecino de Galapagar que se ha convertido en el mejor ejemplo de que la edad es una cuestión mental y de que nunca se es demasiado mayor para ayudar a mejorar su entorno y el de sus vecinos, indican desde el Ayuntamiento. Cada mañana se levanta temprano y comienza su ruta a pie por calles como Delicias, Mirador o Brisas, donde realiza labores de mantenimiento del arbolado y zonas verdes. Pero su trabajo se deja ver más allá del casco urbano, ya que recorre caminos como los de Navatornera, Casa Patata o Las Cuestas, para continuar por Los Camochos o La Torrecilla, sin olvidar las vías pecuarias de Los Cañales y El Barrizal.
El Consistorio afirma que es consciente de que el ejemplo de Saturnino es difícil de seguir, pero recuerda a todos los galapagueños que igual de importante, y menos laborioso, es cuidar y respetar lo que es de todos, en este caso un entorno natural privilegiado con un gran valor medioambiental. El Ayuntamiento ya reconoció la importante labor de este vecino en 2012, bautizando con su nombre un parque público en La Navata.