El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Asegura el Equipo de Gobierno de Moralzarzal que en las últimas semanas se está registrando un preocupante aumento de actos vandálicos, desde las pintadas en las fachadas de edificios públicos a los destrozos en parques infantiles, pasando por los sabotajes en el alcantarillado, hechos ante los que pide la colaboración de los vecinos, con el objetivo de que trasladen a la Policía Local cualquier indicio que pueda llevar a identificar a los responsables de tan lamentables actos. Pero además el Ejecutivo deja caer que detrás de esta situación puede estar la proximidad de las elecciones, hipótesis ante la que cabría actuar con prudencia, pero que de ningún modo puede descartarse, puesto que en otras localidades de la comarca se han registrado casos similares en vísperas de comicios municipales con el único afán de desgastar al Gobierno, cuando en realidad lo que se consigue es dañar el patrimonio de todos los ciudadanos.
En cualquier caso, lo que parece claro es que los policías de Moralzarzal tendrán que reforzar la vigilancia para evitar en la medida de lo posible estos actos vandálicos, que desgraciadamente se han convertido en una ‘costumbre’ que se reproduce en distintos municipios de la zona. En esta misma edición hacemos referencia a la inversión que está realizando el vecino Consistorio de Alpedrete para hacer frente a la mejora y renovación de sus parques infantiles, una actuación derivada del desgaste como consecuencia del uso de estas instalaciones, pero también -de nuevo- a las conductas incívicas de una minoría. Y lo mismo podríamos decir de El Escorial, San Lorenzo, Torrelodones, Guadarrama, Valdemorillo o Galapagar, por citar algunas localidades. Precisamente en esta última el Consistorio ha puesto en marcha una nueva campaña de concienciación medioambiental, apelando a lo que a muchos más les duele: el bolsillo. Se trata de recordar a los ciudadanos las sanciones que recoge la ordenanza municipal para castigar graffitis o destrozos en el mobiliario urbano, además de otras conductas que deben ser corregidas y sancionadas también con el reproche social, como tirar basura en la vía pública o no recoger los excrementos caninos. Estos últimos son pequeños gestos que contribuyen también a ofrecer una mejor imagen de nuestros municipios, por lo que se hace necesario insistir en ellos una y otra vez. No se trata como afirman algunos de “afán recaudatorio”, sino de cumplir la normativa y, sobre todo, de actuar pensando en los demás para, entre todos, tener unos pueblos más limpios.