Toros

Pablo Mora y los erales de Flor de Jara destacan en Collado Villalba

Gustó el concepto mostrado por Mora
ALFREDO FERNÁNDEZ | Miércoles 22 de octubre de 2014
Las fiestas de San Antonio de Collado Villalba marcan el inicio del calendario veraniego en la Sierra en cuanto a actividad taurina se refiere. Este año, el serial estuvo compuesto por una novillada sin picadores y una clase práctica para alumnos de escuelas taurinas, además de la becerrada local que parece ya fija en los festejos de San Antonio. Los encierros volvieron a contar con mucha afluencia de público y el espectáculo que tuvo mayor repercusión fue la novillada sin picadores, celebrada el sábado 14 de junio, donde la plaza se ocupó en algo más de su mitad.


Se lidiaron seis erales de Flor de Jara, correctamente presentados y buenos en líneas generales. Primero, quinto y sexto fueron premiados con la vuelta al ruedo en el arrastre y la terna compuesta por Pablo Atienza, Ángel Sánchez y Pablo Mora paseó un total de nueve orejas y un rabo. La presidencia sacó los pañuelos más veces de la cuenta, ya que sobraron trofeos y alguna vuelta al ruedo, lo que tampoco quiere decir que los erales no dieran posibilidades.

Abrió el marcador Pablo Atienza, cortando las dos orejas a un novillo de buena condición con el que realizó una labor compuesta y salpicada de buenos detalles. Ante el cuarto, un novillo de finas hechuras, volvió a poner voluntad, pero falló con los acero.
Ángel Sánchez demostró estar preparado para el debut con picadores, que está previsto durante la próxima feria de Santiago Apóstol. Se le vio con mucho sitio y oficio. También cortó las dos orejas tras estar acertado con la espada. Sumó una más del quinto, otro eral de buena clase ante el que mostró su dominio y aplomo.

A Pablo Mora, el alumno más aventajado de la Escuela de Tauromaquia de Moralzarzal, se le vio más nuevo que a sus compañeros, pero al chaval hay que echarle cuentas porque quiere ser torero y pone decisión y ganas de agradar. Su lote no fue el mejor, aunque se sobrepuso con mucha determinación. Se peleó con su primero, un novillo muy rajado al que recetó un contundente espadazo; el novillo rodó sin puntilla. Al sexto lo recibió con una larga en la puerta de toriles, dejando patente su valor y arrojo. Banderilleó con soltura y facultades, llevando a cabo una faena animosa y rica en sabrosos detalles. Volvió a recetar una gran estocada, lo que le valió para cortar las dos orejas, y también la vuelta al ruedo al novillo, que para premiar el conjunto hubiera estado excelentemente bien. Un festejo gratuito y que tuvo buenos momentos artísticos.

Destaca Salenc y Marcillo
La localidad serrana de Navacerrada también celebró la festividad de San Antonio, en esta ocasión en la víspera, el jueves 12. Con muy buen ambiente y unas mil personas en su bonito coso se lidiaron cuatro añojos de la vacada de Dehesa del Guadarrama, correctamente presentados y de comportamiento desigual. Destacaron el primero, que fue bravo, y el cuarto, que también resultó manejable.

Adrién Salenc, de la Escuela de Arganda del Rey, compuso la faena más redonda ante un ejemplar de mucha clase, demostrando estar preparado para dar el salto a las novilladas sin picadores. Destacó por su temple y por hacer todo con mucho gusto y capacidad. Se emborrachó toreando a este novillo, pero la espada y sobre todo el descabello le dejaron sin premios.

También gustaron las maneras de José Andrés Marcillo, alumno de la Escuela de Moralzarzal, que quiso torear despacio y hacer las cosas con sutileza ante un mansote becerro de Dehesa del Guadarrama.

Se esperaba a Santiago de Lema El Moli, pero se topó con un animal con muy poca fuerza. Su mérito fue sujetarlo en pié para que no se cayera y aplicar suavidad, aunque la faena no tuvo emoción. Saludó una ovación desde el tercio. Finalmente, Sergio Díaz mostró su bisoñez con un manejable añojo.