El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Como hijo de socialistas y socialista confeso hasta hace pocos años, veo con preocupación cómo en cada plebiscito disminuyen los votos a nuestro partido tanto en Collado Villalba como en otros municipios de la Comunidad de Madrid, un hecho que debía al menos debía invitar a los dirigentes del PSOE a marcharse. Sin embargo ahí están, a ver lo que cae. Mal hace metiendo la cabeza bajo el ala y conformándose con mirar al PP, porque si bien es cierto que en las europeas ese partido ha perdido muchísimos votos, ellos ya sabían que en estas elecciones iban a tener mucha abstención y que sus votantes, al contrario que los nuestros, no apoyarían a Podemos o a IU. Y me temo que caso de seguir por este camino, esos votos van a ser muy difíciles de recuperar en los próximos comicios.
Entiendo el nerviosismo de los dirigentes socialistas villalbinos, sobre todo desde que perdieron la Alcaldía hace ya tres años (algo que se veía venir), pues son muchos los que llevan años viviendo del erario público y ahora ven en peligro sus sueldos. Han sido tantos los despropósitos que ahora la cosecha a recoger parece muy pobre. Ante esta situación es lógico que se prodiguen las luchas internas para ver quien se coloca más arriba de cara a las municipales. Y lo mismo sucede a nivel regional, donde Tomás Gómez lo único que hace, además de perder elecciones, es enredar. El PSOE necesita una regeneración en toda regla, porque al igual que en Collado Villalba, en la mayoría de los municipios de nuestra región el Partido Socialista continua teniendo al frente del partido a las mismas personas. Y eso sí que es desesperante. Lamento decir todo esto, pero mi decepción ha llegado al extremo de no abstenerme a la hora de votar sino, incluso, de refrendar a otras opciones políticas (de izquierdas, claro). Y es que cuando uno pierde la esperanza y la ilusión eso es lo menos que puede hacer.
JUAN F.
Collado Villalba