Toros

Abellán y Tallón cortan orejas en el festival celebrado en Alpedrete

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Alpedrete recobró sus festejos taurinos con un festival con picadores el pasado sábado que no pasará precisamente a la historia de las fiestas de Santa Quiteria. Las orejas que regaló la presidencia, ejercida por la alcaldesa, a veces ni pedidas por los asistentes, no pueden maquillar un festejo sin brillo.

Los novillos de Toros de la Plata, muy discretos de presencia, no tuvieron una pizca de fuerza. El tercero fue el de mayor duración. El triunfador numérico fue Miguel Abellán, que finalmente sí pudo hacer el paseíllo tras su operación a causa de un cólico nefrítico. A su primero le lanceó bien de capa y luego hilvanó en la que tiró de oficio. Mató de una estocada y se le concedieron dos orejas. Otras dos de forma muy generosa paseó del quinto, un ejemplar inválido donde el mayor mérito del torero fue sujetarlo para que no se cayera. Varios guiños a la galería ayudaron al éxito. Se le pidió una oreja y le dieron dos.

Antonio Ferrera se fue de vacío. Su primero no se tenía en pie y el extremeño hizo una labor de enfermero para que el novillo no besara la arena repetidamente. De haber matado con más eficacia hubiera tocado pelo. El cuarto fue algo más manejable y el extremeño toreó con la madurez que demuestra cada tarde. Todo se torció cuando se encasquilló con la espada; un espectador le increpó de forma impertinente y Ferrera se encaró. La gente se enfadó por el desaire del torero. Fue silenciado.

Completaba el cartel el novillero local Víctor Tallón. Cortó las dos orejas a su primero, ante el que llevó a cabo la faena más consistente, con momentos salpicados de buen tono y rematada de una eficaz estocada. El sexto apuntó buenas cosas, pero se vino abajo. Tallón puso voluntad pero su labor tuvo menos acople y resultó más intermitente. Falló con los aceros.