Opinión

Vladimir Putin y el fútbol español

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Ocas horas antes de que el Madrid y Atleti disputaran a ‘cara de perro’ la final de Champions en Lisboa, salió Vladimir Putin diciendo que le gustan mucho los equipos españoles de fútbol. “No es este el deporte que más me gusta, pero estoy sorprendido por lo que hacen los equipos españoles. Siempre ganan a todos”, dijo el presidente ruso. Al parecer, este comentario lo hizo Putin a los periodistas mientras barajaba como resolver de una vez lo de Ucrania. Imagínenlo en el salón de su palacete, sentado junto a la chimenea, con los pies sobre una enorme piel de oso, acariciando la cabeza de un pastor alemán, agitando los cubitos de hielo en el vaso medio lleno de Russo-Baltique y la vista fija en una gran pantalla de plasma deleitándose con las hazañas de Villa, Iniesta, Casillas y compañía. Tan explícito llegó a ser Putin en su afirmación que señaló. “Me gusta más el fútbol español que los toros”. Lo que ya es decir. ¿Se imaginan al presidente en un tendido de Las Ventas recibiendo el brindis de Morante?.

Conviene poner estas declaraciones en contexto. Putin dijo lo que dijo después de garantizar a China el suministro de gas por un porrón de años. China a cambio, le da una alianza estable y un bloque sólido frente a Obama y la UE; y, mientras, lo de Ucrania se recrudece, de aquí a nada tocará comprobar si Putin actúa con la misma generosidad con la Europa que sigue importunándole a cuenta de sus inclinaciones invasoras. Total, que hasta Mafalda lo vería: si queremos llevarnos bien con Putin, seguir calentándonos el agua hasta 2020 y lograr que los rusos que se han hecho con la mitad de los activos inmobiliarios de nuestra costa mediterránea no se larguen, lo mejor que podemos hacer es ofrecerle fútbol al señor presidente. Y del bueno, que para eso lo tenemos. Dado que cada vez más gente opta por la televisión a la hora de ver los partidos ante unas horas intempestivas y unos precios prohibitivos ¿qué importa trasladar la Liga Española a Moscú o a San Petersburgo? Y si los jeques compran ya nuestros equipos ¿ por qué no ofrecérselos también a precios módicos a los magnates rusos del petróleo, que también los hay? Aunque esto les parezca absurdo y dado que este país parece empeñado en hundir todos sus valores y respetar solo el fútbol, lo mínimo que podían intentar sus benefactores es sacar las castañas del fuego.