El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Más allá de la proeza de hacer cumbre en el Kangchenjunga a los 75 años de edad, la nueva hazaña de Carlos Soria está en no cejar nunca en su empeño, convirtiéndose en un admirable ejemplo de superación. El camino hasta aquí no ha sido fácil, como demuestran algunas de las frustradas expediciones anteriores del alpinista abulense, afincado en Moralzarzal desde hace años. Pero, como en tantas otras cosas, lo importante no está en el hecho en si, en esa cima a 8.586 metros, sino en todo el trabajo previo que lleva detrás. Carlos Soria es, dentro de nuestra comarca -y también a nivel nacional- uno de los mejores ejemplos de eso que dijo Simeone al celebrar el título de Liga conseguido por el Atlético de Madrid el pasado fin de semana, apenas unas antes de que este escalador coronase la tercera montaña más alta de la Tierra: “Si se quiere y se trabaja, se puede”.
Es el mismo entusiasmo que Soria demuestra, año tras año, en la organización de las Jornadas de Montaña de Moralzarzal, logrando un enorme éxito de público y contagiando esa vitalidad a quienes asisten a las diferentes ponencias. A buen seguro que esta soberbia ascensión -14 horas desde el Campo 3, tal como detallamos en una amplia crónica en la sección de Deportes deesta edición de El Faro del Guadarrama) tendrá merecido protagonismo en la próxima edición de este evento, que se espera para otoño. En cualquier caso, este ilustre vecino de Moralzarzal no es amigo de vanidades, sino que ha hecho gala siempre de una extraordinaria humildad y cercanía, como demuestra la conferencia que ofreció en 2012 con el título de Mis mejores fracasos: Annapurna y Dhaulagiri. Más allá de que consiga finalmente el reto de completar los 14 ochomiles (10 de ellos conseguidos tras cumplir 60 años), las ganas, la ilusión y las ascensiones que ya ha culminado son dignas de aplauso y admiración.