Cartas al Director

Calor, humo y ataques de tos

Javier González - Villanueva de la Cañada

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Menos mal que los espadas estaban acostumbrados a manejarse en ambientes enrarecidos (en su periódico dijeron que estaban vinculados al mundo del colorín), porque en caso contrario es muy posible que a mitad del festejo le hubiesen pedido al presidente que suspendiera la corrida por falta de mascarillas en la plaza de toros cubierta de Valdemorillo. Entre los que fumaban a discreción (puros habanos incluidos) y los que tenían la misión de mantener caldeado al público vía calefacción, tengo que decir que jamás he estado tan congestionado en un coso taurino como el pasado domingo en la flamante y renovada plaza de La Candelaria. Si el empresario quería hacernos ver que estas instalaciones tenían aire acondicionado, debo reconocer que lo ha conseguido y si, además, los responsables políticos presentes en el palco presidencial querían demostrar su solidaridad con Esperanza Aguirre en su contencioso personal con la ministra de Sanidad, Elena Salgado, sobre el complejo tema del fumeque (aquí, diga lo que diga la ministra, se fuma porque lo dice la Espe), tengo que reconocer que lo han conseguido. País este.