El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Los proyectos políticos debe tener como objetivo conseguir un mayor bienestar para los seres humanos. Para todos, y ese es un axioma que preocupantemente se está perdiendo.
En nuestro país, en la última década, se están imponiendo políticas que sólo buscan el mayor bienestar para una minoría que son los que más tienen, dejando a la mayoría en la precariedad y el desamparo. Con la globalización se está demostrando que no se puede mantener el desarrollo basado en la desesperación y el hambre de millones de seres humanos. Estoy de acuerdo con aquellos discursos que, además de intentar defender varios estereotipos, apuesten por lo nuestro, pero sin manipulaciones míticas ni identitarias que sólo sirven para que algunos, como se ha venido comprobando, construyan su particular espacio político manipulando sentimientos teóricamente nobles.
A mí me interesan mucho más las reivindicaciones que el movimiento sindical español planteará este 1º de Mayo sustentado en el empleo de calidad, el crecimiento de los niveles salariales y la protección de las personas. Todo ello lógicamente enmarcado en la lucha contra las políticas de austeridad dictadas por Alemania. Es urgente volver a reclamar empleo con derechos y proteger a todos los trabajadores con una renta mínima garantizada (salario base), una reforma fiscal justa y equitativa, la derogación de la reforma laboral que sólo beneficia a los grandes empresas y la recuperación de los niveles de renta disponibles para favorecer la demanda interna y la creación de empleo. En concreto: pan, trabajo y vivienda.
Dicho lo cual, solo me resta desearos ¡feliz 1º de Mayo!
J. A. MARTÍN
Galapagar