El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Me parecen sinceramente deleznables las críticas vertidas recientemente tanto por el ministro de Hacienda como por el secretario general del PSOE, tras el informe realizado por Cáritas sobre la pobreza en España. Tengo la sensación que Montoro perdió la prudencia y despotricó contra esta institución caritativa porque le estropeó su discurso sobre los supuestos ‘brotes verdes’ de la economía nacional, algo que se puede calificar como la misma película de todos los años. Y es que a los dos brazos del monopolio político de nuestro país (‘PPSOE’) les suelen repatear los informes de Cáritas cuando ocupan la Moncloa, pero aplauden hasta con las orejas, e incluso utilizan esos informes en sus locuciones ‘mitineras’, cuando están en la oposición. Esta vez Rubalcaba, además de aplaudir, aprovechó la ocasión para calificar irónicamente a Cáritas de ‘organización de extrema izquierda’. No parece muy prudente que ande con ironías sobre la izquierda un personaje que formó parte del Gobierno del GAL, pero es lo que hay. El caso es que los informes de Cáritas llaman la atención de cualquiera, pues las cifras que aportan sobre el número de pobres son verdaderamente alarmantes. Es verdad que no hay termómetros fiables que midan estas cosas, con lo cual, a la hora de fijar lo que llaman el ‘umbral de la pobreza’, los baremos que se establezcan siempre serán discutibles. Aún así, sean los que sean, resultan muy preocupantes
ANA HERRANZ
Guadarrama